La Vanguardia

Un centenar de ayuntamien­tos abre en pleno 12 de Octubre

- FEDE CEDÓ Badalona

Más de un centenar de Ayuntamien­tos catalanes se negaron ayer a celebrar la festividad del Pilar y la fiesta nacional de España y abrieron sus puertas, pese a que en el calendario laboral fuera día no laborable. Lo hicieron como protesta por la actitud del Gobierno español durante el 1-O y por las cargas policiales que dejaron 893 heridos durante la jornada.La mayoría fueron atendidos por alcaldes y concejales, aunque los funcionari­os tenían libertad para elegir si acudían a su lugar habitual de trabajo.

Ciudades como Badalona, Girona, l’Hospitalet de Llobregat, Vic, Berga, Tàrrega y Vilafranca del Penedès decretaron el 12 de Octubre como un día festivo en el que se podía trabajaba, por lo que decenas de comercios aprovechar­on la ocasión para abrir sus establecim­ientos.

En los ayuntamien­tos de Girona y Manresa eran los propios concejales quienes atendían a los ciudadanos que acudían a las oficinas municipale­s. En la demarcació­n gerundense, hasta 40 consistori­os no ceraron e incluso, como los de Vilobí d’Onyar o Arbúcies, abrieron dependenci­as municipale­s como las guarderías. En las comarcas gerundense­s, los funcionari­os podían acceder a su puesto de trabajo de forma voluntaria.

En la ciudad de Lleida, los concejales de PDECat, ERC, Crida y Comú, abrieron sus despachos de la Paeria, mientras que el gobierno del socialista Ángel Ros, igual que los concejales de Ciutadans y PP, no acudieron al Consistori­o. En esta demarcació­n, todos los municipios gobernados por ERC, unos 60 aproximada­mente, como por ejemplo en Cervera, fueron los políticos quienes ejercieron de funcionari­os.

En la ciudad de Tarragona fueron los concejales de la CUP quienes audieron a sus despachos. En Tortosa, l’Ametlla de Mar, Amposta, Móra d’Ebre, Gandesa, Torredembl­arra y Deltebre, los gobiernos también mantuviero­n las puertas abiertas de la casa consistori­al como si se tratase de una jornada laboral. En otros municipios como Els Guiamets, Valls, Reus, Cambrils y Montblanc fueron los concejales quienes ejercieron de funcionari­os y atendieron las consultas ciudadanas. La mayoría de políticos y alcaldes de municipios gobernados por PDECat y ERC en el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre, dieron libertad a los funcionari­os y muchos cerraron la atención al público.

En la comarcas del Pirineo también abrieron sus puertas muchos de los Ayuntamien­tos. En la Seu d’Urgell, donde gobierna PDECat, en Tremp (PDECat-ERC) o en Sort (FemCUP) los alcaldes y regidores acudieron a sus puestos en el Consistori­o como si de una jornada laboral se tratase.

Ayer, sin embargo, todas las miradas estaban puestas en Badalona, pendientes de la decisión que tomarían los regidores del gobierno que comparten Badalona en Comú, ERC e ICV. En esta ciudad, seis de los diez concejales del gobierno mantienen abiertas causas penales y administra­tivas por haber decidido abrir las puertas de las oficinas

La alcaldesa de Badalona denuncia que el Estado ahoga la autonomía de los municipios catalanes

consistori­ales el año pasado. “No es un día normal”, admitía la alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater, que aplicó la misma fórmula que en el 2016, aunque no había podido llegar a acuerdos con los sindicatos de funcionari­os “al mantenerse las causas pendientes”. Ayer, eran los mismos imputados quienes atendían a quien se acercaba a las oficinas municipals del edificio El Viver y les informaban de que no estaban en disposició­n de realizar trámites legales, aunque les permitían aprovechar la jornada de puertas abiertas para conocer las dependenci­as municipale­s.

La alcaldesa de Badalona, en rueda de prensa, no dudó en reclamar “más autonomía” para las ciudades y pueblos y denunció que el ordenamien­to jurídico del Estado “ahoga a los municipios y nos priva de disponer de autonomía propia”.

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