¿Cuál es el precio real de los pisos?
Todos aquellos que desean vender su inmueble manifiestan, prácticamente de manera uniformizada, una gran preocupación por el establecimiento de un adecuado precio para ofertar su vivienda.
En ocasiones, estas personas tienen ideas preconcebidas sobre cuál debe ser el precio, teniendo en cuenta sus referencias más cercanas (amigos, familiares, vecinos), sus percepciones (los precios que exponen algunos carteles que cuelgan de balcones de pisos en venta ) o las estadísticas de precio que publican los portales inmobiliarios. Es más, incluso suelen tener en cuenta sus sentimientos, lo que necesitan, lo que han gastado en esa vivienda, o lo que el propietario quiere o necesita para su futura compra. Cuestiones que en muchas ocasiones no afectan al precio real del inmueble, pero que al propietario le es difícil obviar.
Sin embargo, el precio de oferta no es el precio real de un inmueble. El precio real del inmueble es, en definitiva, el precio al que finalmente se vende. “Hay que tener en cuenta que un inmueble que se posiciona en el mercado entra en competencia con el resto de inmuebles en venta de su zona y su precio depende de forma directa de su competencia, de la situación actual del mercado, de la financiación existente o de la situación y estado del inmueble, entre otras cosas. Por ese motivo, en raras ocasiones coinciden el precio por el que se publicitó el inmueble y el precio por el que realmente se vendió. Pero esas estadísticas no suelen ser públicas”, afirma Juan José Aguilera, director de Apialia.
Esta es precisamente una de las razones por las que la red de agrupaciones comerciales inmobiliarias Apialia se planteó la creación de una estadística de precios reales de vivienda, en base a los datos recogidos por las más de 350 agencias adheridas en sus varios miles de operaciones cerradas.
Los datos resultantes son, sin duda, los más valiosos en relación al mercado inmobiliario y pueden servir para que éste sea transparente y más eficiente.
Aguilera considera que “los agentes inmobiliarios ocupamos un posición privilegiada en el proceso de compraventa que nos permite disponer de información sensible que, bien canalizada y adecuadamente tratada, puede aportar al mercado inmobiliario la transparencia que tanto reclama la sociedad”.