La Diagonal, cerrada por las velas.
Una declaración de independencia, puntualizan, invalidaría cualquier convocatoria
La avenida, entre la plaza Francesc Macià y el paseo de Gràcia, estuvo cerrada ayer por la cera de las velas de la manifestación contra el encarcelamiento de los líderes de la ANC y Òmnium.
El tiempo se agota y ya no habrá más requerimientos. Hoy a las 10 de la mañana, el Gobierno constatará si el president Puigdemont ha tomado medidas para revocar la declaración de independencia, si es que no admite antes que no hubo tal declaración, y no habrá más tiempo. El Gobierno ultimará los mecanismos para enviar en unos días al Senado las medidas que prevé el artículo 155 de la Constitución, y que tienen por objetivo obligar a Catalunya a volver a la legalidad.
Mariano Rajoy tendrá que hacer lo que ayer mismo confesó que no es bueno y que no le gustaría hacer, aplicar el 155. Durante la sesión de control en el Congreso, y en respuesta a una pregunta del diputado Jordi Xuclà, Rajoy lo dejó claro al pedir a los parlamentarios del PDECat que hagan un esfuerzo para convencer a Puigdemont “de que no cree más problemas de los que ya ha creado, porque si no va a obligar al Gobierno a tomar decisiones que sería mejor no tomarlas nunca”.
Y es que el presidente del Gobierno intenta por todos los medios no tener que poner en marcha ese artículo. Por eso, en la Moncloa no se cierran a la esperanza de que no mañana, pero en los próximos días, incluso mientras se esté tramitando la decisión en el Senado, Puigdemont ceda a las presiones y convoque elecciones.
Bien es verdad que al Ejecutivo de Mariano Rajoy no le vale cualquier elección, con lo que caso de darse esa convocatoria, el Gobierno examinará con lupa la convocatoria antes de tomar una decisión. En primer lugar, una declaración de independencia oficial y firme, como exigen los socios de Puigdemont, cerraría todas las puertas. Pero si no la hay, esa convocatoria electoral sólo conseguiría parar la aplicación del 155 si es una convocatoria legal. Es decir, si se hace de acuerdo con las facultades que le otorga el Estatut al presidente de la Generalitat, y son unas elecciones autonómicas, aunque sean adelantadas. Si se convocan de acuerdo con la ley de transitoriedad suspendida, que prevé unas elecciones constituyentes, al Gobierno no le serviría. Otra cosa es que se convocaran de acuerdo con la ley y luego Puigdemont las quisiera calificar de constituyentes, como a las últimas las calificó de plebiscitarias, porque en ambos casos fueron elecciones autonómicas, sin más. Eso le valdría.
Pero el Gobierno va perdiendo esperanzas día a día de que Puigdemont pueda dar un paso que pueda
CONTINÚAN LAS REUNIONES Rajoy se reunió ayer con Rivera para perfilar las medidas, como hizo el martes con Sánchez
significar –así consideraría el Gobierno la convocatoria de unas elecciones autonómicas– una vuelta la legalidad.
Y el Gobierno no es el único que lo cree. Pedro Sánchez, que mantiene su apoyo al Gobierno para la aplicación del artículo 155 de la Constitución, es de la misma opinión. El secretario general del
PSOE viajó ayer a Bruselas para reunirse con el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, e insistió en la misma idea que el Gobierno. En rueda de prensa, el líder socialista subrayó que está en manos de Puigdemont que no haya que aplicar el artículo 155. “El señor Puigdemont tiene la oportunidad de hacerlo, no hace falta que lo haga nadie más que él, convocando unas elecciones o simplemente respondiendo al requerimiento planteado por el Gobierno de España, diciendo que efectivamente no se ha declarado la independencia y que se acoge a la legalidad estatutaria y a la Constitución. Y a partir de ahí podremos hablar de muchas cosas en el seno de la comisión sobre el modelo territorial, y también de reforma constitucional”.
También en ese punto coincidió con Rajoy, que en la sesión de control al Gobierno le explicó a Xuclà que la vuelta a la legalidad abriría la posibilidad de diálogo en el Congreso, precisamente donde se constituirá en breve la comisión sobre el modelo territorial.
Pedro Sánchez defendió en Europa la posición del PSOE de apoyo al Gobierno, alegando que “lo que estamos haciendo en España es defender los valores democráticos que definen al proyecto europeo, que son el respeto a la ley, y por supuesto el diálogo, pero siempre dentro del respeto a la ley”. Y subrayó que “el PSOE está con el Estado, con la Constitución española y con el estatuto de Autonomía de Catalunya” y que “quienes están violentando y vulnerando la legalidad vigente en Catalunya, que ha sido aprobada con los votos mayoritarios de la sociedad catalana, son los principales dirigentes de las instituciones catalanas”. Por eso, por lo que trabaja el PSOE –dijo– es por “recuperar y reconstruir esa autonomía que ha sido violentada por el bloque independentista”.
Elecciones al Parlament de Catalunya quiere también el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que ayer volvió a reunirse con Mariano Rajoy en el palacio de la Moncloa –el presidente del Gobierno se reunió con Pedro Sánchez el martes– y tanto en ese encuentro con en la sesión de control, en preguntas a la vicepresidenta, volvió a pedir elecciones.
Tanto con Sánchez como con Rivera, Rajoy siguió analizando las medidas que adoptar al aplicar el 155, que no están del todo cerradas, y que los dos partidos apoyan. Rivera insistió en la reunión en que la aspiración de Ciudadanos es que se restablezca el orden constitucional para que la Constitución y el Estatut de Catalunya sigan vigentes, y que el 155 tenga como objetivo “convocar elecciones autonómicas legales, libres y con garantías”.