O’Neill en el TNC
Joan Ollé dirige a Laura Conejero, Pep Cruz e Ivan Benet en ‘Desig sota els oms’
La obra Desig sota els oms, del Nobel estadounidense Eugene O’Neill, se estrena en el Teatre Nacional de Catalunya bajo la dirección de Joan Ollé y con Laura Conejero, Pep Cruz e Ivan Benet como intérpretes de este drama rural.
Un gran clásico del teatro norteamericano que se representó por primera vez el 1924, Desig sota els oms, del premio Nobel y cuatro veces ganador del Pulitzer teatral Eugene O’Neill, aterriza desde esta tarde y hasta el 26 de noviembre en la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya. Y lo hace en una versión de Joan Ollé e Iban Beltran que busca acercar esta obra de ambición y deseo a tierras catalanas.
Sus personajes principales son el padre granjero Efraïm Cabot –interpretado por Pep Cruz–, su nueva y joven mujer Abbie –Laura Conejero– y el hijastro, Eben –Ivan Benet–, que Cabot tuvo con su segunda esposa. Pero además hay un cuarto personaje de gran relevancia que es la tierra: la casa que el granjero construyó con sus propias manos y los cultivos que consiguió hacer crecer en medio de una dura y pedregosa tierra.
A partir de esos elementos se desarrolla un drama angustioso que enfrenta a padre e hijo por la herencia y la posesión de la propiedad, además de por el amor de Abbie, la cual, por su parte,
también tiene interés en quedarse con la casa. Un deseo que siempre ha movido su ambición, tal y como cuenta la actriz Laura Conejero, que la interpreta.
Muchas escenas del teatro de O’Neill, señala Joan Ollé –que
además de coautor de la versión es el director de la obra–, muestran la vida misma como una máscara que los personajes intentan quitarse de forma dolorosa: la moral, los usos sociales, la cultura, la religión, el amor... Todo parece ocurrir como si el ambiente en el que se mueven y la potencia de las fuerzas sociales abocaran al individuo sobre sí mismo y le hicieran explorar desesperadamente su propia conciencia para acabar descubriendo el motivo de su angustia.
El lenguaje de la obra es intenso y cotidiano. Pere Navarro, adaptador lingüístico de la pieza, cuenta que apostaron por mantener el tono original del guión con un lenguaje enrevesado, “de pueblo”, en lugar de mantenerse en terreno seguro con un catalán más estándar. Con ello consiguen acercarse a la exaltación poética.
Desig sota els oms se ha comparado con una tragedia griega, el Hipólito de Eurípides, pero situado en un escenario rural
La pieza se ha comparado con una tragedia griega en un escenario rural americano
americano en el que se culpa a los dioses de todos los avatares que padecen los protagonistas. Pero también ha sido comparada con El poder de las tinieblas de Tolstói: las une el mismo desencadenamiento sórdido de apetitos campesinos, la misma atmósfera de odios, rencores y deseos, e idéntica ausencia de freno moral.
Aun así a la obra la envuelven diversas capas que le aportan un espíritu único de cotidianidad en el mundo del campo que, a pesar de estar ubicado originalmente en Estados Unidos, perfectamente puede trasladarse hasta las tierras catalanas, apunta el actor Pep Cruz.