El encono del conflicto catalán apaga la comisión propuesta por el PSOE
Podemos deja en suspenso su participación y PDECat y PNV son escépticos
La grave deriva de los acontecimientos en el conflicto catalán, sobre todo con el encarcelamiento de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, pero también la inminencia de eventuales acciones irreversibles, como la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno, o una declaración unilateral de independencia por parte de la Generalitat, amenazan con dejar en la vía muerta la propuesta de reforma constitucional pactada por el PP y el PSOE la semana pasada para su debate en la comisión sobre el estado autonómico del Congreso.
Desde su anuncio, el grupo parlamentario de ERC había desestimado tomar parte considerando que la propuesta de reforma de la Constitución llega tarde. Sin embargo, el resto de partidos habían aceptado participar, si bien desde un claro escepticismo. Pero aceleración de acontecimientos ha entenebrecido más el sombrío cuadro en el que la morosidad del Gobierno para actuar y la renuncia de Puigdemont a declarar la independencia parecían haber hecho brotar un rayo de luz.
Ayer, el líder de la tercera fuerza parlamentaria, Pablo Iglesias, que lleva un mes empeñado en generar foros de diálogo bilateral que desbloqueen la situación, anunciaba que su participación en la comisión ideada por el PSOE quedaba en suspenso a la espera de acontecimientos. “Si el Gobierno aplica el 155 o hay una declaración ilegítima de independencia, esa comisión no sería un marco viable de diálogo”, dijo tras la reunión del grupo confederal de Unidos Podemos, En Comù y En Marea. Además, ratificaba que, si PP y PSOE se sienten tentados de aplicar su mayoría, cualquier modificación constitucional será sometida a referéndum, una prerrogativa de la que disponen los de Iglesias merced a sus 67 diputados.
Apenas unas horas antes, el portavoz de En Comú, Xavier Domènech decía en estas mismas páginas que, en cualquier caso, esa reforma no era abordable bajo el palio de una suspensión del autogobierno de Catalunya –una opinión que estos días compartía el portavoz del PNV, Aitor Esteban, quien opina que no es el momento de poner en marcha esta comisión–, recordando que tal comisión la propuso En Comú en enero y la vetó el PSOE, y que, aún dispuestos a participar, en ningún caso la consideran el foro principal ni mucho menos único para resolver el conflicto.
El ingreso en prisión de Cuixart y Sànchez ya había provocado el martes una notable decepción en el PDECat –que también propuso una comisión Catalunya hace un año, y también fue rechazada por el PSOE–, que en principio y sin ningún entusiasmo, se había mostrado dispuesto a recoger el guante socialista. Su coordinadora general, Marta Pascal, fue elocuente el martes: “Puigdemont ha dicho estar dispuesto a hablar, pero parece que no han nadie al otro lado”.
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, criticaba duramente ayer, desde Bruselas, la reacción de los partidos y su negativa a participar si el PSOE apoya al PP en la aplicación del 155. Así, Sánchez señaló que “lo que no pueden hacer es denunciar esa falta de diálogo político y cuando se abren esos cauces en el Congreso negarse a participar”. El líder socialista les advirtió, en todo caso, que “el PSOE tiene una voluntad clara, y participe quien participe, esa comisión territorial se va a poner en marcha”.
Sánchez daba ya por hecho el acuerdo del PP, Podemos, el PNV, el PDECat y consideraba que Ciudadanos también se incorporaría. E incluso, pese a su negativa inicial, contaba con que ERC aceptara. El líder del PSOE tenía especial interés, además, en que el PNV presidiera la comisión, algo que el grupo vasco nunca llegó a aceptar de forma explícita. Unos planes que, hoy, suenan al cuento de la lechera.
PABLO IGLESIAS
“Si se aplica el 155 o hay una DUI, esa comisión no sería un marco viable diálogo”
PEDRO SÁNCHEZ “Participe quien participe, pondremos en marcha la comisión territorial”