Amnistía Internacional pide la libertad de ‘los Jordis’
La oenegé ve excesivas las restricciones al derecho de reunión
Amnistía Internacional (AI) cree que “son excesivos” los cargos de sedición contra Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, presidentes respectivamente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, por las protestas de los días 20 y 21 de septiembre en Barcelona y pide que sean excarcelados. En un comunicado, la oenegé asegura que la presentación de cargos contra los dos independentistas por un delito grave como es la sedición y su prisión provisional “constituyen restricciones excesivas de su derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica”.
AI recuerda que, según la juez de la Audiencia Nacional, “las protestas habrían intentado obstaculizar una operación policial y judicial basada en una orden dictada por un juzgado de Barcelona, que comportó el registro de varios edificios oficiales del Govern, con el objetivo de impedir” un referéndum declarado ilegal el pasado 7 de septiembre por el Tribunal Constitucional. Y aunque la oenegé no cuestiona el fallo del Constitucional sobre la ley de Referéndum ni su aplicación, manifiesta que la sedición “es un delito definido de una manera muy general que abarca una amplia variedad de actos, y que además puede comportar penas de hasta diez años de cárcel”.
La oenegé señala, además, que la juez sostiene que los acusados “no se limitaron a convocar una reunión pacífica, sino que actuaron con arreglo a una compleja estrategia y una hoja de ruta para conseguir la independencia de Catalunya”. Pero Amnistía Internacional subraya que, “en virtud del derecho internacional de los derechos humanos, el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica abarca la posibilidad de que las personas y las organizaciones de la sociedad civil expresen sus opiniones sobre el referéndum y sobre la independencia en general en cualquier momento e individual o colectivamente, incluso en el contexto de reuniones públicas”.
En este sentido John Dalhuisen, director para Europa de Amnistía Internacional, ha pedido a las autoridades que protejan el derecho de los particulares “a expresar su oposición al fallo del Tribunal Constitucional y a organizar reuniones públicas pacíficas en favor del referéndum”. Y en este sentido, AI cree que Sànchez y Cuixart “animaron a los manifestantes a concentrarse delante de los edificios oficiales para impedir una operación policial legal, pero no parece que los animaran a utilizar la violencia”.
Por su parte, Sànchez y Cuixart han pasado ya su segunda noche en la cárcel de Soto del Real, aunque están en módulos distintos (el 4 y el 1, respectivamente) y no coinciden con ningún recluso célebre de la prisión madrileña como Jordi Pujol Ferrusola, Ignacio González o Gerardo Díaz Ferrán, ubicados en los módulos 8 y 10.
Eso sí, aunque ambos se encuen- tran en zonas tranquilas, donde se ubican presos que delinquen por primera vez o reclusos de avanzada edad, Jordi Sànchez pidió a un funcionario que le cambiara de módulo después de que otro recluso le gritase: “¡Viva España!”. Sin embargo, el funcionario no accedió por considerar que no se había producido ningún problema de seguridad para el presidente de la ANC.
El presidente de la ANC pidió un cambio de módulo porque otro recluso le gritó “¡Viva España!”