Trapero cree que una intervención el día 20 habría causado más problemas
El mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, declaró el pasado 6 de octubre ante la juez Carmen Lamela que el 20 de septiembre no actuó contra la masa concentrada frente a la Conselleria d’Economia, que estaba siendo registrada por la Guardia Civil, para evitar problemas de mayor envergadura. Trapero dijo en su primera declaración judicial que “era imposible sin causar un problema de seguridad y de orden público”. El mayor de los Mossos se refirió a las dificultades insalvables que generó la presencia en el lugar de una concentración en la que llegaron a participar alrededor de 40.000 personas, mientras se llevaba a cabo un registro por orden judicial del que la policía catalana no fue informada con antelación.
Trapero –cuya declaración en audio fue obtenida ayer por RAC1– explicó que los Mossos tuvieron noticia del operativo ordenado por el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona hacia las 8 de la mañana. Añadió que fue a través de los medios de comunicación como se enteraron de que uno de los lugares registrados sería la Conselleria d’Economia, al tiempo que se anunciaba que la operación de la Guardia Civil abarcaría otras diligencias de entrada y registro en diversos centros públicos y domicilios.
“Si hubiésemos tenido la comunicación el día antes –manifestó el mayor–, habríamos tenido mucho más espacio, los vehículos policiales en ningún caso hubiesen estado allí y todo hubiese sido más fácil”. El teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, preguntó si cabe la posibilidad de que la situación se les “fue de la mano”. Trapero lo niega, y añade: “¿Si hubiésemos podido planificar hubiese sido mejor? También se lo digo”.
En cuanto al retraso en la salida de la comisión judicial, el mayor de los Mossos manifestó que la secretaria del juzgado 13 se negó a abandonar el lugar sin el resto de los desplazados y que luego se avino a aprovechar el final de la representación en el teatro del edificio anexo. La apertura de un pasillo entre la masa se anuló no sólo por los aludidos problemas de seguridad, sino también porque la Guardia Civil indicó que la diligencia que estaban practicando podía durar “toda la noche por unos problemas informáticos”. Trapero también dijo que mantuvo informado al presidente del TSJ de Catalunya, Jesús María Barrientos, que le llamó preocupado por las imágenes de la concentración que veía en televisión.
La juez preguntó a Trapero por el hecho de que la Guardia Civil manifestara que requirió hasta en cinco ocasiones apoyo de los Mossos sin obtener una respuesta satisfactoria. Trapero respondió que, por el contrario, “se iban destinando todos los recursos a la zona y se variaron durante todo el día”, algo que podría demostrar documentalmente. El major dijo también que cuando comenzó el registro, sólo había dos unidades destinadas al lugar, cada una con 7 agentes, y a preguntas de la juez afirmó no poder precisar a cuántos metros se encontraban de la puerta de la conselleria. Luego se fueron asignando efectivos, llegando hasta los 16 o 17 equipos. A preguntas de juez, que pregunta cuál era la razón por la que los guardias civiles no podían ver a tales efectivos de los Mossos, Trapero contesta que “no los ven porque la masa impide verlos”, ya que se sitúan “detrás de la masa”. Es en este momento cuando Trapero subraya que era imposible dar una protección de 40 metros alrededor del edificio “sin causar un problema de seguridad ciudadana y de orden público”.
El mayor manifestó que todo habría sido más fácil si le hubieran informado de los registros el día antes