TAULÉ Y LA LUZ
Antoni Taulé nació en Sabadell en 1945. Aconsejado por su padre, empezó la carrera de Arquitectura en Barcelona, pero terminó abandonándola para dedicarse plenamente a su vocación por la pintura y la fotografía. En 1966, la Academia de Bellas Artes de su ciudad natal acogió su primera exposición, punto de partida de una exitosa carrera que ha permitido ver su obra en todo el mundo y le ha valido reconocimientos como el de Chevalier de l'Ordre des Arts et des Lettres de Francia. Entre 1983 y 1999, trabajó como escenógrafo junto a grandes directores de teatro, ópera y ballet, un trabajo que le ayudó “a comprender el funcionamiento del tiempo y es espacio en el cuadro”, pero que dejó por la necesidad de volver a la soledad del taller y la creación de obras exclusivamente de dos dimensiones. En la década de 1970, Taulé se instaló en Formentera, una isla que reconoce llevar en el corazón y donde reside regularmente, junto con París. La exposición 'Lux', que puede visitarse en Andorra después de haberse presentado en ciudades como Toulouse, propone un recorrido por el universo de este creador, hecho de arquitecturas silenciosas y enigmáticas en las que la figura humana se encuentra a menudo ausente y donde la luz que penetra parece atrapar, congelar, el instante. El resultado, aunque realista, tiene algo de misterioso, onírico y poético.