Muere un turista catalán al caerle una piedra en una iglesia de Florencia
El empresario, de 52 años, falleció en el acto en la basílica de la Santa Croce
Un turista catalán de 52 años falleció ayer en Florencia al caerle encima una piedra del techo mientras visitaba la basílica de la Santa Croce. El hombre, identificado por la prensa local como Daniel Testor Schnell, un empresario residente en Sant Cugat, murió en el acto, sin que los servicios de emergencia desplazados al lugar pudiesen hacer nada. Todo ocurrió ante los ojos de la esposa, que sufrió un ataque de ansiedad.
La tragedia tuvo lugar hacia las 14.30 h, cuando un fragmento de piedra de unos 15 por 15 centímetros se desprendió de una altura de unos 30 metros y alcanzó al hombre en la cabeza. Aunque en un primer momento se dijo que se trataba de un capitel decorativo, el diario toscano La Nazione precisó más tarde que se trataba de un fragmento sin valor artístico, una ménsula que sirve para aumentar la base de apoyo de la estructura de madera de la cubierta. El fragmento se desprendió del travesaño del lado derecho de la iglesia.
“Ocurrió justo en el lugar donde nos paramos para explicar”, explicó al diario Il Tirreno el guía turístico Bernardo Randelli, que estaba en la basílica. “Me encontraba a unos 15 metros de distancia, con los turistas a los que acompañaba, cuando vi caer un trozo de piedra. No vi el impacto contra la persona, pero oí a una mujer, creo que la esposa, que empezaba a gritar. No vi a la persona tendida en el suelo porque había mucha gente delante, pero vi trozos de piedra y sangre, y llevé fuera a mis turistas para que no vieran la escena”, relató el guía.
Daniel Testor era el administrador del hotel Augusta, situado en Granollers, en la AP-7, cerca del circuito de Montmeló. Desde el establecimiento confirmaron a este diario que el empresario había viajado ayer por la mañana a Florencia junto a su mujer para un viaje de turismo. La familia, con tres hijos, vive en Sant Cugat.
El ministro de Cultura italiano, Dario Franceschini, ordenó una investigación para determinar las causas del desprendimiento y si hay responsabilidades por defectuoso mantenimiento. Franceschini ha sido uno de los ministros más activos de los últimos decenios y a él se debe una mejora notable en la gestión de los grandes museos y cuantiosas inversiones para el mantenimiento del patrimonio cultural italiano.
“Estamos rotos y expresamos nuestra condolencia a la familia de la víctima”, declaró la presidenta de la Obra de la Santa Cruz, Irene Sanesi, quien dijo que no sabe cuándo podrá reabrirse al público la basílica. Sanesi aseguró
Un fragmento de unos 15 por 15 centímetros se desprendió de una altura de 30 metros y le dio en la cabeza
que se está aplicando un plan de mantenimiento y restauración desde hace años, en colaboración con la Protección Civil. “Estamos de verdad atónitos y conmocionados por lo ocurrido y nos preguntamos cómo pudo suceder”.
La fiscalía de Florencia abrió, de oficio, una investigación por homicidio imprudente.
La basílica de la Santa Croce es una joya franciscana que atrae casi un millón de visitantes al año. Alberga las tumbas de célebres florentinos como Miguel Ángel, Galileo, Ghiberti o Maquiavelo.