El Gobierno sigue adelante con el 155 con el apoyo de PSOE y Cs
Santamaría y Calvo negocian las medidas que se aprobarán mañana
Ni el Gobierno ni el PSOE dudaron sobre la respuesta que había que dar a la carta de Carles Puigdemont con la que contestaba al requerimiento para volver a la legalidad. Apenas 20 minutos después de que Mariano Rajoy recibiera la misiva del presidente de la Generalitat, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la exministra socialista Carmen Calvo se reunían en el Palacio de la Moncloa para negociar las medidas dirigidas a asumir competencias de la Generalitat que el Gobierno aprobará en un Consejo de Ministros extraordinario convocado por Rajoy para mañana.
Lo que no esté consensuado por el PSOE y el Gobierno no se llevará al Senado. La decisión última sobre el alcance de las medidas la tomarán Rajoy y Pedro Sánchez, que, además de la reunión que celebraron el martes, se han mantenido en contacto permanente y así seguirán hasta el mismo sábado. Al margen de las medidas, la reacción de Gobierno, PP, PSOE y Cs fue la misma: calificaron de trampa la carta de Puigdemont y consideraron inevitable aplicar el 155.
El Ejecutivo lo reflejó en un comunicado en el que consideró no atendido el requerimiento planteado a Puigdemont, a la vez que anunció el Consejo de Ministros para “continuar con los trámites previstos en el artículo 155 de la Constitución para restaurar la legalidad en el autogobierno de Catalunya”. El comunicado también criticó “la actitud de los responsables de la Generalitat de buscar, deliberada y sistemáticamente, el enfrentamiento institucional a pesar del grave daño que se está causando a la convivencia y la estructura económica de Catalunya”. Por ello, el Gobierno, “pondrá todos los medios a su alcance para restaurar cuanto antes la legalidad y el orden constitucional, recuperar la convivencia pacífica entre ciudadanos y frenar el deterioro económico que la inseguridad jurídica está causando en Catalunya”.
Argumentos parecidos a los utilizados por el PSOE. En ausencia de Pedro Sánchez, el secretario de organización, José Luis Ábalos, criticó duramente la respuesta de Puigdemont. “¡La democracia y el Estado de derecho no pueden ceder ante esta inadmisible amenaza!”, y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, calificó de “tomadura de pelo” la carta del president.
Ninguno otorga valor a la frase de la carta de Puigdemont en la que subraya que el 10 de octubre no se votó una declaración formal de inapoyo
RESPUESTA A PUIGDEMONT
El Ejecutivo acusa al president de buscar el enfrentamiento institucional
ALCANCE DEL 155
Los socialistas piden una aplicación “lo más breve posible y muy, muy limitada”
dependencia. “Ya lo sabíamos”, dicen. Pero el requerimiento exigía la vuelta a la legalidad, y el mero hecho de que Puigdemont hable del referéndum, amparado en una ley que ya ha sido anulada por el Constitucional, es significativo a la hora de considerar que no tiene intención de volver a la Constitución.
Hasta mañana, el Gobierno y el PSOE seguirán trabajando en la aplicación del artículo 155, que el socialista Ábalos desea que sea “lo más breve posible y muy, muy limitada”, con medidas cuyo único objetivo, insisten en el PSOE, sea el de restablecer la legalidad y el autogobierno en Catalunya. Una expresión utilizada también por el Go- bierno en su comunicado, y para “devolver la normalidad democrática al funcionamiento de las instituciones catalanas”. Sólo si se cumplen esas condiciones, el PSOE respaldará las medidas, porque “nuestro compromiso es recuperar la normalidad institucional lo antes posible”. Palabras similares, también a las del Gobierno, cuando habla de “restaurar cuanto antes la legalidad institucional y el orden constitucional”. Ciudadanos se fija más abiertamente en que todo debe girar en torno a la convocatoria de elecciones en Catalunya “lo antes posible”.
Rivera calificó de “chantaje” la actitud de Puigdemont y reiteró su al Ejecutivo popular.
El Gobierno aprobará mañana las medidas que aplicará en el 155, pero después quedará la tramitación en el Senado, que será más lenta de lo que se esperaba. Hasta que no haya esa aprobación definitiva, aseguran en el Gobierno y en el PSOE, todo es reversible, y la oferta de diálogo sigue abierta, aunque tanto desde el Ejecutivo como desde el PSOE se avisa, como hizo Ábalos, de que debe ser un diálogo leal y sincero, y no el diálogo que ofrece Puigdemont, que lo consideran “tramposo”. “¿De qué diálogo habla? ¡No se negocia la integridad territorial de España”, subrayó el dirigente del PSOE.
OBJETIVO
La Moncloa y el partido de Sánchez persiguen restaurar la legalidad y el orden constitucional