Marín lamenta el daño social y económico
La alcaldesa exige a Puigdemont y Rajoy que dialoguen
A los pocos segundos de conocer la carta de respuesta del president Carles Puigdemont y ver la respuesta del Gobierno, una sombra de decepción y preocupación cubrió el rostro de Núria Marín. La alcaldesa de l’Hospitalet de Llobregat, una voz determinante en el PSC y cada vez con más predicamento en el PSOE, ha ejercido en las últimas semanas como uno de los puentes entre la Moncloa y la Generalitat para intentar encontrar una solución dialogada. El miércoles por la tarde las llamadas fueron varias: a Madrid y también mantuvo una conversación con Puigdemont en la que intentó persuadirle de que dijera claramente en su respuesta que no había declarado la independencia.
Todo parecía que podía acabar mejor. Pero no. De ahí su decepción y posterior reacción pública: “Estoy harta de cartas poco claras y amenazadoras, los dos presidentes deben buscar una solución desde el diálogo y la política”, declaró al término de un encuentro con empresarios en el que constató como la fuga de empresas está afectando ya a la economía de la segunda ciudad de Catalunya.
Marín reiteró su decepción por la carta de Puigdemont: “Su respuesta era muy sencilla, sólo tenía que decir que no hubo DUI”. Asimismo, avisó que el artículo 155 de la Constitución no es la vía deseable.
Pese a la escalada de la tensión de las últimas horas y la posible activación el sábado de la medida, la edil afirmó que “todavía hay tiempo” para evitar un desastre y no ahondar en la fractura social. “Se deben sentar Rajoy y Puigdemont a dialogar”, dijo Marín, quien además de con los dos presidentes, mantiene contactos habituales con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la ministra de Sanidad, Dolors Monserrat, y el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras.
Marín dijo que hablaba como alcaldesa para no avanzar el posicionamiento del PSC con respecto al 155. Sí lo hizo Miquel Iceta como primer secretario en la sede del partido horas después. “La amenaza de declarar la independencia hace inevitable que el Estado inicie los trámites del artículo 155”, dijo. El líder socialista apuntó que, si se llega a esta medida “se disponga y sirva para recuperar el autogobierno, restaurar la legalidad, restituir la vigencia del Estatut, y que sirva para dar la voz a los catalanes en el periodo más corto posible”.
El portavoz de Ciutadans en el Parlament, Fernando de Páramo, consideró que la segunda respuesta del president “no cambia nada”. Páramo defendió que el Gobierno central ponga en marcha el 155 para devolver el orden legal y convocar cuanto antes unas elecciones catalanas. “La respuesta a la falta de democracia de Puigdemont es más democracia”, añadió. El dirigente liberal denunció que el president tiene cerrado el Parlament porque no quiere que se convoquen plenos ni someter a su Ejecutivo al control de la oposición, provocando así de facto “el suspenso de la autonomía”.
El portavoz de Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela lamentó tanto la postura de Rajoy como la de Puigdemont. “El 1-O no fue un referéndum vinculante y por tanto no existe ningún mandato para proclamar la DUI. Ni 155 ni DUI. Basta de jugar al perro y al gato. La DUI se puede proclamar, pero no aplicar. Del 155 se sabe cómo se entra pero no cómo se sale. Basta de jugar a cuanto peor, mejor”, dijo. El portavoz de Podem, Albano-Dante Fachin, recordó que su formación votará no a una DUI, pero sí a participar en un proceso constituyente.
Mientras, el presidente del PPC, Xavier García Abiol, afirmó que Puigdemont “pasará a la historia por haber provocado la voladura del autogobierno en Catalunya”, por lo que subrayó que el Gobierno “está legitimado para restablecerlo”. Para Albiol, que tuvo que salir escoltado por la noche de la inauguración de una sede en Sant Cugat, al ser increpado por un centenar de independentistas, la segunda misiva de Puigdemont es una “provocación” en toda regla y que fuerza al Gobierno a aplicar el 155.