El sector inmobiliario reclama el regreso al marco legal
Las promotoras advierten de una pérdida de inversiones que puede frenar la recuperación
En el Barcelona Meeting Point, como en todos los sitios, no se habla de otra cosa. La incertidumbre por el desenlace de la situación política y los efectos que puede tener atemorizan a un sector que veía en el horizonte nuevos años de bonanza tras dejar atrás el calvario de la crisis.
Es el runrún que se escucha en todos los corrillos de comerciales y es el mensaje que lanzan abiertamente los empresarios participantes en los debates del simposio que tiene lugar en el salón inmobiliario. La petición que lanzaron ayer al Govern es clara: que se regrese al marco legal para que no se pierdan inversiones extranjeras y no se frene el actual impulso del sector.
Una de las voces más contundentes en este sentido fue la de Pau Viñolas, consejero delegado de Colonial, una de las empresas que han trasladado su sede de Barcelona a Madrid en los últimos días. Para Viñolas, la situación en Catalunya es “muy lamentable” porque se está actuando “en un 90% con las emociones y en un 10% de manera racional”.
La directora general de Hispania Activos Inmobiliarios, Cristina García-Peri, instó a “que todo el mundo entre en razón y que actuemos dentro de la legalidad”. Según García-Peri, España tiene una “oportunidad fantástica” siempre que los políticos no hagan “descarrilar” la buena senda.
El consejero delegado de Merlin Properties, Ismael Clemente, calificó la situación actual como “un problema” porque la inversión extranjera es la más sensible a los vaivenes sociales y políticos. Las numerosas promotoras inmobiliarias presentes en el sector reconocen que desde el 1 de octubre los inversores internacionales están prácticamente desaparecidos. Más que echarse atrás lo que hacen es pedir tiempo, esperar a ver cómo evolucionan los hechos.
Un marco legal estable y certidumbre social y política son las condiciones que requieren los inversores. El consejero delegado de Neinor Homes, Juan Velayos, advirtió ya el primer día de salón que “la inseguridad jurídica no ayuda nada entre un tipo de clientes muy miedosos”. “El riesgo ahora es que la gente se lo está pensando, no que no inviertan”, resumió el cofundador de Green Oak Real Estate, John Carraffiell.
La presencia de los inversores internacionales en la feria que se celebra hasta el domingo en el palacio 8 de Montjuïc ha caído un 20% respecto al año anterior, un indicador que para el director del salón, Jordi Cornet, es suficientemente elocuente. No hay que olvidar que fueron esos mismos inversores los únicos que mantuvieron con un hilo de vida el salón y el sector durante los peores años de la crisis. “Tienen el mundo entero para invertir, la competencia es fuerte”, alertó el consejero delegado de Merlin, que tiene en su cartera también centros comerciales, lugares “muy sensibles” a la situación y donde, según Ismael Clemente, las ventas empiezan a ralentizarse.
Si las partes respetasen el marco legal y la crisis de Estado se resolviera, los diferentes actores del sector coinciden en que hay margen de crecimiento durante unos años. Para Pau Viñolas, “si no lo estropeamos, la base es muy buena”. John Carrafiell, de Green Oak Real Estate, considera que el buen ciclo inmobiliario va a seguir en España durante los próximos dos años y el punto máximo se podría dar entre 2019 y 2020. El consejero delegado de Merlin Properties alarga aún más el recorrido que hay por delante y considera que el pico del ciclo se podría alcanzar entre 2020 y 2022.
VASO MEDIO VACÍO...
La crisis institucional ya posterga operaciones con compradores internacionales
...O MEDIO LLENO
Si se recuperase la estabilidad, el ciclo de crecimiento se podría alcanzar hacia el 2022