Entre parón y maratón
El Espanyol adapta su preparación a semanas en blanco y otras de tres partidos
Tres semanas sin actividad , una de dos partidos y otras, de tres. Así ha iniciado la temporada un Espanyol que ha tenido que adaptarse a las circunstancias de un calendario tan caprichoso como desconcertante. “Todos los clubs ya empezamos con la idea de que los parones de selecciones de octubre y noviembre iban a marcar este arranque liguero, con una semana intersemanal de por medio y el inicio de la Copa, lo que no podíamos prever es que con los partidos de los viernes y los lunes íbamos a tener semanas vacías y otras de tres partidos”, explica un miembro del cuerpo técnico blanquiazul.
La suerte, añade, es que LaLiga ha comunicado con un mes de margen estas jornadas complejas y eso ha permitido a los dos asistentes técnicos que planifican la preparación de la plantilla –Antonio Díaz y Juan Carlos Oliva– poder adaptar el trabajo y las cargas físicas. Unos ajustes que ellos mismos definen como “fáciles” al producirse al inicio de la competición. Sobre todo, antes del inicio de la Copa.
La plantilla ha rebajado la carga de trabajo como habría hecho en condiciones normales, con semanas de dos días de descanso y una incluso de tres. “Ha sido un descanso que incluso ha venido bien antes de que empecemos a jugar entre semana”, señalan desde los despachos.
“Estas semanas atípicas incluso nos han beneficiado –reflexiona el propio Quique Sánchez Flores–. Empezábamos la temporada con jugadores que habían acumulado muchos minutos en pretemporada y otros que venían de lesiones, incluso varias cirugías de última hora no previstas. Hemos ido recuperando efectivos y entre este octubre y noviembre deberíamos tener a toda la plantilla a punto”. El técnico, de hecho, afrontará el inicio de la competición copera la semana que viene, con partidos lunes, jueves y con todos los hombres a su disposición, incluido Óscar Duarte, ya con el alta de la lesión de ligamentos cruzados que sufrió la pasada temporada.
“Óscar está muy cerca y Sergio García y Sergio Sánchez ya han entrado”, se felicita Sánchez Flores. Optimista por vocación y por necesidad, el míster sólo critica de los horarios que le ha deparado LaLiga los problemas que acarrean a la afición cuando su equipo juega en Cornellà, un estadio con problemas de movilidad añadido. “Nos gustaría participar en la fiesta del fútbol como Espanyol, no sólo cuando jugamos contra Real Madrid y el Barcelona”, soltó a los responsables de distribuir las jornadas.
No cree el técnico, sin embargo, que este baile de horarios y estos cambios obligados de ritmo deban afectar a la competitividad de su equipo. Tras una semana de inactividad forzada por una jornada en viernes y la siguiente en lunes –diez días–, el Espanyol no evidenció una falta de ritmo ante el Levante en su última cita liguera. Sin embargo, no dio con la tecla del gol.
Ahora afronta dos partidos seguidos: el lunes visita Anoeta en la Liga y el jueves el Heliodoro Rodríguez en la Copa. Pero tanto el técnico como sus hombres dicen estar preparados. “Tenemos recursos y hombres suficientes para afrontar este tramo de la temporada”, señaló esta semana en rueda de prensa Hermoso, uno de los fijos en los últimos onces de Quique. El madrileño pagó la acumulación de partidos de pretemporada, antes de que llegasen Naldo y Sergio Sánchez para cubrir su posición, y ahora asegura sentirse cómodo con este irregular ritmo de competición.
Por otro lado está el problema logístico, que sufren tanto el club como las empresas vinculadas al Match Day, especialmente la firma Aramark, que firmó esta temporada con el Espanyol y que ya ha visto los efectos de los partidos entre semana. La firma aún no ha podido reabrir el restaurante del estadio. La taquilla, lógicamente, también ha sufrido este baile de horarios, como la asistencia de abonados al estadio. La visita del Betis siempre ha sido uno de los partidos de mejor entrada. Esta vez cae en lunes.
COMO SI NADA
Los técnicos aseguran que el equipo no pierde ritmo de competición