El mundo a todo trapo
Las regatas oceánicas son un deporte extremo en el que los seres humanos alcanzan el límite de su resistencia. Y a veces el del valor. Y ahí, en ese mundo sin cuartel en el que el mar y el viento imponen sus reglas, hombres y mujeres son iguales. No hay clasificación masculina y femenina. Compiten en igualdad de condiciones desde siempre y la primera mujer que se atrevió con el desafío fue la británica Clare Francis, hoy novelista, quien tomó parte en la Ostar de 1976, una regata transatlántica en solitario, y acabó decimotercera tras superar una condiciones meteorológicas espantosas que llevaron al abandono a 52 veleros.
El próximo domingo, cuando se ponga en marcha en Alicante la edición 2017-2018 de la Volvo Ocean Race, habrá 18 mujeres a bordo de los siete barcos participantes. Y uno de ellos, el Turn The Tide on Plastic, llevará como patrona a la británica Dee Caffari.
La Volvo Ocean Race, que se celebra desde 1973, es una vuelta al mundo por etapas. Eso diferencia esta competición de la Vendée Globe y de la Barcelona World Race, que circunnavegan el globo sin parar. Eso, y que los veleros de la Volvo llevan tripulaciones completas, lo que significa que navegan permanentemente a la máxima velocidad posible. Es decir, no es tanto una prueba de fondo como de velocidad pura, pues no es inusual que los barcos, después de muchos días en el mar, crucen una línea de meta con pocos minutos de diferencia.
Esta edición llevará a los siete equipos, todos con barcos iguales, a lo largo de 45.000 millas náuticas, cruzando cuatro océanos y visitando doce ciudades sede en seis continentes. Habrá once etapas y la competición durará ocho meses. La etapa más larga es la séptima, Auckland (Nueva Zelanda)-Itajaí (Brasil), con 7.600 millas, e incluye además el paso por el mítico Cabo de Hornos, el extremo austral de América.
El Mapfre es el equipo español en la competición. Tiene como patrón a Xabi Fernández y con él navegan Joan Vila, Pablo Arrarte, Antonio Cuervas-Mons, Willy Altadill, Támara Echegoyen, la australiana Sophie Ciszek, los neozelandeses Blair Tuke y Louis Sinclair y los británicos Rob Greenhalgh y Neal McDonald. Una combinación en que ha unido experiencia y determinación para intentar que un barco español gane por vez primera la Volvo Ocean Race.
El catalán Joan Vila ya tiene ese título, que consiguió con el Illbruck en el 2001-2002, mientras que Greenhalgh lo hizo con el ABN
Amro One en el 2005-2006. Vila, uno de los mejores navegantes del mundo, que afronta ahora su quinta Volvo Ocean Race y a sus 55 años lo hace como el más veterano de los 73 regatistas participantes, ha ganado tres veces la Copa del América (2003, 2007 y 2013). Además logró el récord de la Vuelta al mundo –trofeo Jules Verne– con el trimarán
Banque Populaire V en el 2012 y en el 2014 ganó la mítica Sydney-Hobart.
La gallega Támara Echegoyen, campeona olímpica en la clase Elliot en Londres 2012, es, con la australiana Ciszek, una de las dos mujeres a bordo del Mapfre. Su ilusión es desbordante ante el reto de ganar una de las competiciones más prestigiosas del mundo. Y, además, el de unir su nombre en el selecto palmarés de las regatas oceánicas al de Anna Corbella, la primera española que dio la vuelta al mundo en regata y que ya ha tomado parte en dos ediciones de la Barcelona World Race.
IGUALES EN EL OCÉANO
Habrá 18 mujeres en los siete veleros y uno de ellos lleva una patrona, la británica Dee Caffari