La asignatura pendiente
El Barcelona Lassa se muestra muy débil fuera de casa y el Joventut también pierde
La importancia de las dos derrotas consecutivas que ha sufrido el Barcelona Lassa a domicilio, una en la Euroliga (Estrella Roja), otra en la Liga Endesa (Movistar Estudiantes), es mínima, pero no cabe duda de que el conjunto azulgrana ha desperdiciado una buena oportunidad para marcar territorio, para demostrar su fortaleza como bloque, porque los dos desplazamientos eran asequibles para un grupo que, tras exhibirse en el Palau Blaugrana, tenía el reto de mostrar también fuera su consistencia. No lo ha logrado y en ambas ocasiones ha sido incluso claramente superado por el carácter de su oponente. “Hay que aprender a jugar fuera de casa y tener más decisión en los momentos importantes”, reconoció ayer Sito Alonso, que se desesperó por el pésimo segundo tiempo de sus jugadores (sólo 25 puntos).
“Sabíamos que iba a ser un partido duro para nosotros. Hemos cometido dos o tres errores que nos han penalizado mucho. Primero nuestro inicio, que no ha sido todo lo bueno que sería de desear –11 puntos en el primer cuarto– y luego el ritmo de juego ha sido deslavazado. Después no hemos controlado los rebotes, ni tampoco del bloqueo y continuación hacia afuera”, añadió el técnico barcelonista, con mucho trabajo por delante para unir un colectivo de calidad, pero que hoy por hoy actúa con mucha irregularidad.
El contraste de algunas individualidades con respecto a otros partidos muy cercanos es enorme. Seraphin, por ejemplo, jugó bien en el primer tiempo en Belgrado, pero ni siquiera estuvo en la pista en el último cuarto y ayer se quedó con 2 puntos en solo 5m5s. Unas cifras muy alejadas de los 24 puntos y 9 rebotes ante el Panathinaikos. Hanga anotó un triste tiro libre y tampoco Ribas (5) estuvo acertado. En general volvió a verse un equipo errático, capaz de lograr 34 puntos en el segundo cuarto tras un mal inicio (16-11), pero muy inseguro después del descanso, incapaz de frenar el vendaval ofensivo de Landesberg (27 puntos, 13 consecutivos en el comienzo del tercer cuarto). El conjunto de Maldonado, en cambio, fue inteligente. Resistió en los peores momentos y llegó con convicción al tramo decisivo. Igualó con rapidez el 36-45 del descanso con el empate a 49 y también se recuperó del 55-63 con un parcial de 12-0 para pasar del 6266 al 74-66 y decidir a su favor con 5/6 triples en esa fase y lograr la cuarta victoria seguida ante el Barça en Madrid.
Objetivo imposible para la Penya. “Debemos tener paciencia para recoger los frutos poco a poco”. dijo Diego Ocampo tras la derrota del Joventut en Gran Canaria por 94-69, una ventaja lógica porque la diferencia entre los dos equipos es muy grande en este momento. En el descanso aún había igualdad (41-37), pero luego Fischer (16) se entonó, aunque el mejor fue el exazulgrana Eriksson con 23 puntos en una magnífica serie de 4/6 canastas, 4/5 triples y 3/3 tiros libres. En el Divina Joventut, que ha de estrenar su casillero de triunfos el próximo domingo ante el Real Betis, destacaron Vidal (14, 4/6 triples) y Jordan (11).