Bruselas ve la tutela al Govern “dentro del orden constitucional”
“La voluntad de tener una identidad propia es comprensible”, reconoce Juncker
Nada que alegar desde Bruselas a las medidas propuestas por el Gobierno español en aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya. “Siempre hemos dicho que respetamos el orden constitucional y jurídico de España y esas medidas se inscriben precisamente dentro de ese contexto constitucional y jurídico”, recalcó ayer la Comisión Europea a través de su portavoz, preguntado por decisiones como el cese del Govern y la intervención de TV3 y Catalunya Radio.
La posición de la institución, recordó, “es bien conocida” desde el 2 de octubre y se ha manifestado a través de las declaraciones de su presidente, Jean-Claude Juncker, que partiendo de que es un “asunto interno” ha reclamado respeto a las sentencias del Tribunal Constitucional y diálogo para superar el bloqueo actual. Su vicepresidente, Frans Timmermans, socialista holandés, en su intervención en el Parlamento Europeo días después del 1-O, afirmó que a a veces los estados deben recurrir a la violencia para defender el Estado de derecho y deslizó el término “nacionalismo populista” para definir al independentismo catalán.
Reacio al principio a opinar, en los últimos días Juncker ha ahondado en su rechazo a la independencia de Catalunya no sólo por la vía elegida por el Govern para perseguirla sino por una cuestión de principios. Sería el final de la UE, ha venido a decir en varias ocasiones. Ayer sin embargo intentó tender puentes emocionales hacia los catalanes que defienden ese ideal, no sin criticar cómo se ejerce en ocasiones, en oposición a otros.
“La voluntad de tener una identidad propia es un reflejo comprensible. Pero querer oponer la identidad de uno a la de otras regiones es algo de baja ralea“, afirmó ayer Juncker en un discurso en el instituto de Sciences Po de Estrasburgo. Que no haya dudas: su opinión respecto al nacionalismo no ha cambiado. “Estoy en contra de todos los separatismos en Europa”, recalcó, alegando de nuevo que una Unión “con 95 países” sería imposible. “Si mañana el norte de Luxemburgo se enamorara de su identidad, que es muy distinta a la del sur profundo de Luxemburgo, también estaría contra su independencia”, ironizó Juncker. “No me gusta lo que está pasando en Catalunya, pero desde el respeto a la expresión de voluntad que hemos observado”, zanjó.
En las declaraciones de Juncker se aprecia una voluntad nueva de empatizar que llega de la mano de una reflexión de fondo más amplia –y novedosa en su caso– sobre al papel de las regiones en la Unión Europea y sobre la necesidad de apoyarlas con más medios económicos para puedan desarrollarse en todos los sentidos. “El lugar de las regiones en Europa es un debate que merece la pena tener”, admitió.
“Estoy convencido de que en 20 o 30 años los grandes pulsos económicos no se librarán entre Francia, españa, Italia o Alemania, sino entre regiones. Hay que dotar a las regiones europeas de los medios que necesiten para afirmar su identidad y hacer valer sus intereses económicos”, reivindicó Juncker.
Proteger y reformar a las regiones puede reforzar Europa, en lugar de no volar las naciones existentes, adujo, alertando contra “las veleidades del independentismo”. “Los pueblos que componen Europa –porque no hay uno solo– querrían que Europa respetara mejor a las naciones. Las naciones no son una invención provisional de Europa. Están hechas para perdurar”.
Juncker se encontraba en Estrasburgo para intervenir hoy en el pleno del Parlamento Europeo . La institución rechazó ayer la propuesta de Podemos e IU (Izquierda Unitaria Europea) de celebrar un debate sobre la aplicación en Catalunya del artículo 155 y sobre la detención de los presidentes de la Asamblea Nacional de Catalunya y Òmnium Cultural. Ni el grupo del Partido Popular Europeo ni el grupo Socialista apoyaron la iniciativa, de la que se desmarcaron también los liberales, a diferencia de lo que ocurrió tras las cargas policiales del 1-O, que llevaron al pleno a debatir sobre Catalunya. “Era inaceptable que el Parlamento Europeo suplantara al Parlamento español o censurase la labor que en España están haciendo los jueces y tribunales”, declaró Esteban González Pons, jefe de filas del PP en la Eurocámara, que interpretó el rechazo a celebrar el debate como un respaldo a la acción de las instituciones españolas. El ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, se entrevistará hoy en Estrasburgo con los jefes de los grupos políticos y Timmermans para informarles de las decisiones del Gobierno.
Juncker pide dar más medios a las regiones para desarrollar su identidad y sus intereses económicos