La fiscal dice que la red Gürtel vivió a base de sobornos a cargos del PP
El ministerio público describe a una trama dedicada a “esquilmar arcas públicas”
La fiscal Concepción Sabadell, que lleva ya muchos años dedicada al caso Gürtel, expuso ayer sus conclusiones definitivas sobre este asunto en términos de apisonadora. Ella fue quien presentó la querella inicial, hace casi una década, en el 2008. Y ayer pudo decir ante el tribunal, en la fase final del juicio, que la prueba reunida contra los 37 acusados es “contundente y abrumadora”. ¿Qué es lo demostrado, a su juicio? Que la red de corrupción Gürtel fue “un modo de vida” para su cabecilla, Francisco Correa, quien durante años estuvo al frente de una trama para gestionar y obtener contratos públicos a cambio de sobornos a cargos del PP.
Esos sobornos –por los que la fiscal pide 125 años de prisión para Correa y 39 para el extesorero del PP Luis Bárcenas– fueron pagados con dinero de todos, sobre la base de lo que el propio Correa definió a lo largo de la vista como “un sistema” de actuación, consistente en intermediar entre empresas y responsables políticos. El objetivo de tales contactos era asegurar la adjudicación de contratos a cambio del 3 o el 4 por ciento de comisión, “lo que fue un modo de vida para esta organización constituida para delinquir”.
La red Gürtel –expuso la fiscal– sirvió para crear “un entramado societario” que usó “una caja B, una tesorería oculta, que se nutría de ingresos de las sociedades del grupo de Correa y de comisiones ilegales y que generaba dinero negro opaco a Hacienda para sobornos a autoridades públicas, en dinero en metálico o en forma de viajes pagados”. Este juicio se refiere sólo a la primera etapa de Gürtel, centrada en la Comunidad de Madrid y en sus ayuntamientos, singularmente en los de Majadahonda y Pozuelo de Alarcón. Es sólo, por tanto, una parte del iceberg. Sin embargo, cabe decir que los acusados “esquilmaron las arcas públicas” al sustituir la libre concurrencia de empresas para la obtención de contratos por un sistema de adjudicaciones amañadas en beneficio propio. Con ello llegaron a conseguir contratos por valor de ocho millones de euros. De ellos, un millón de euros sirvió para pagar comisiones. El de Majadahonda –dijo– es “un claro ejemplo de cómo una organización parasita un ayuntamiento”, en beneficio propio y para “financiar y ahorrarle costes al PP”.
Pero la conclusión principal de la fiscal Sabadell es que cada caso concreto no fue más que un eslabón en la cadena de hechos de corrupción en los que consistía Gürtel. No hubo –dijo– actuaciones puntuales, sino “una actividad duradera” para “enriquecer a todos sus integrantes y apropiarse de fondos públicos quebrando la fragilidad de la contratación pública frente a la corrupción”.
El negocio era redondo, porque las comisiones no provenían del bolsillo de Correa ni de sus empresas. Los pagos –explicó Sabadell– se hacían con cargo a “los propios fondos públicos” que gestionaban los sobornados.
En su día, a la fiscal Sabadell quisieron apartarla del caso, igual que sucedió con el primer juez encargado de este asunto, Baltasar Garzón. El magistrado fue expulsado de la carrera judicial porque autorizó grabaciones a los detenidos en prisión. Aquellas pruebas fueron anuladas, y las defensas pidieron, entonces y ahora, la anulación del proceso. Ayer, la fiscal pudo sostener que ninguno de estos antecedentes del caso ha mermado el valor de las pruebas recogidas. “Ni una sola acusación –dijo– deriva de las conversaciones en prisión”.
Hay, en suma, mucho rastro documental de las actividades de Gürtel. Uno de los más curiosos, un expediente hallado en un registro. Es la carpeta de una sociedad llamada Trafinsa. ¿A qué se dedicaba? Se trata –dijo Sabadell– “de las iniciales de Tráfico de Influencias SA, muy representativas de la actividad de los acusados”. La dirección popular, a su vez, pidió que la justicia “haga pagar” a los que se lucraron “usando las siglas del PP”.
Las comisiones fueron del 3% y del 4% , llegaron a los 8 millones de euros y se pagaron con dinero público