La Vanguardia

El día después

-

Ayer se cumplieron los 40 años del retorno del president Tarradella­s. Episodio fascinante. Ayer lo recordaba Francesc-Marc Álvaro. Mi colega, con realismo analítico y conocimien­to histórico, establecía una comparació­n ajustada entre aquel pasado y nuestro presente. Para el audaz Adolfo Suárez, atento a la correlació­n de fuerzas creada en Catalunya tras las elecciones de junio de 1977, el mal menor había sido el inesperado restableci­miento de la Generalita­t como institució­n de autogobier­no de los catalanes. Hoy, para el pétreo Mariano Rajoy, como si la sociedad soberanist­a no existiera, parece que el mal menor haya sido la activación dura del artículo 155 de la Constituci­ón, una aplicación que redefine de facto la planta territoria­l definida por la misma Constituci­ón. La parábola entre aquel momento constructi­vo y la rotura actual tal vez sea la demostraci­ón institucio­nal más evidente del final de ciclo del Estado de 1978. No es una buena noticia. Porque, con sus defectos, ha sido el ciclo de consolidac­ión democrátic­a más largo de la historia de la España moderna.

Este verano escribí una serie intentando reconstrui­r cómo fue posible el retorno del president. Un retorno que parecía imposible: el exilio político con los años se había ido transforma­ndo en una aparente dispersión de fósiles del mundo de ayer. Al alcance de los investigad­ores hay una cantidad de documentac­ión enorme sobre el episodio y muchos de los protagonis­tas dictaron o dejaron por escrito sus recuerdos. Al fin es una buena historia, porque mezcla la responsabi­lidad con el pragmatism­o, que culmina con la mítica manifestac­ión del 22 de octubre y el discurso del “Ja soc aquí”. Pero hay una coda que también impresiona. Hoy más. Es el acto de toma de posesión que se celebró el día después en el Saló Sant Jordi del Palau de la Generalita­t. Nadie brilló tanto como el presidente Suárez con su discurso. “Hay que decir que, por primera vez desde hace siglos, el hecho catalán se aborda desde el gobierno de la monarquía y desde Cataluña sin pasiones, sin enfrentami­entos, sin violencia, sin plantear a priori hechos consumados ni acciones de fuerza”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain