Barcelona ensaya la recogida de basura puerta a puerta
La medida, que la alcaldía quiere extender a otros barrios, comenzará en febrero en Sarrià
Barcelona ha iniciado la cuenta atrás para la recogida de basura puerta a puerta en el centro histórico de Sarrià, delimitado por el paseo Bonanova, la Via Augusta y las calles Vergós, Vives i Tutó, Trinquet y Duquessa d’Orleans. Unas 8.500 personas viven en este hexágono. Ayer comenzaron a recibir información sobre el método, que se implantará el 19 de febrero y cuyo éxito dependerá de que cada hogar tenga muy presente los días de recogida y sepa separar hasta siete tipos distintos de basura (véase el recuadro).
El objetivo es avanzar hacia una ciudad más sostenible y extender la experiencia a otros barrios.
UN SISTEMA QUE...
La iniciativa puesta en marcha permitiría ahorrar cinco millones de litros de agua
...SALE A CUENTA
O recargar los móviles del distrito durante un año y evitar la tala de 1.300 árboles
La teniente de alcalde Janet Sanz y el comisionado de Ecología, Frederic Ximeno, lamentan que la recogida selectiva de basura se haya estancando “desde hace siete años” en torno al 36%. Barcelona quiere imitar a ciudades como Berlín, Munich, Milán, Parma, Amberes, Liubliana y Londres, donde el porcentaje se ha disparado hasta el 60%.
“Es un reto ambicioso”, afirma el concejal de Arquitectura, Daniel Mòdol, “pero las capitales que más han avanzado son estas, las que han apostado por el modelo puerta a puerta, donde la recogida selectiva ha crecido notablemente y casi de forma inmediata”, añade Janet Sanz. La experiencia no es en absoluto pionera en Catalunya, donde hay una asociación de municipios para la recogida selectiva, impulsada en el 2000 por Tiana, Riudecanyes, Tona y la mancomunidad de La Plana. La asociación tenía en el 2016 un total de 127 municipios afiliados donde este servicio funciona de forma total o parcial, lo que supone más de 30.000 usuarios (y más de nueve millones si se suman las poblaciones europeas que lo aplican, dice la alcaldía).
¿De qué hablamos cuando hablamos de recogida selectiva? Janet Sanz dio ayer datos muy gráficos. Si Sarrià fuera un municipio independiente, ocuparía la octava plaza por número de habitantes en la asociación de localidades pro puerta a puerta. Y si lograra imitar su ejemplo o el de los casos europeos citados, el ahorro energético y los beneficios obtenidos equivaldrían a cargar todos los teléfonos móviles del distrito durante un año. O a evitar la tala anual de 1.300 árboles. O a gastar cinco millones de litros menos de agua (el equivalente a la cantidad que todo Sarrià emplea para lavarse los dientes durante un año, “cerrando el grifo mientras lo hacemos, eso sí”, precisaron los munícipes). O a la producción de 18 toneladas de compost, con lo que se podría abonar una superficie semejante a la del Camp Nou. O a evitar las emisiones contaminantes que liberaría un coche que diera 130 vueltas a la tierra.
Las medidas, además, rebajarían la factura por la recogida y tratamiento de basura, que supone 200 euros por hogar y año en Barcelona. Se trata de una iniciativa que exige “la implicación y la complicidad del vecindario”. Pero Sarrià no se ha elegido por casualidad. La propia asociación de vecinos pidió que se implantara este método “y que la experiencia no acabe aquí”. Coincidiendo con el anuncio de ayer, Barcelona dio dos pasos adelante. Por un lado, suscribió la declaración de París sobre ciudades libres de combustibles fósiles y anunció, entre otras medidas, que de aquí al 2025 toda la flota de autobuses y vehículos consistoriales será de “cero emisiones”. Por otro, la nueva contrata municipal de limpieza procurará que “Sarrià sea una referencia y un ejemplo”.