James Toback, otra figura de Hollywood señalada como acosador sexual
Hasta 38 mujeres acusan al director de cine James Toback de acosarlas sexualmente
Los Ángeles Al igual que ha ocurrido con Harvey Weinstein, la historia de los abusos sexuales de James Toback, el director de cine que ganó un Globo de Oro al Mejor guion por Bugsy, por la que también obtuvo una nominación al Oscar, no era un secreto en la industria del cine. Ya en 1989 la revista Spy publicó un artículo titulado El artista del ligue, que explicaba que Toback abordaba a mujeres en lugares públicos, buscando impresionarlas con su credencial de miembro de la Academia de Hollywood e incluso ofreciéndoles una copia de una de sus películas.
Claro que el tono utilizado entonces por la reportera Vincenza Demetz no tiene nada que ver con el relato que hizo ayer Glen Whipp en su artículo de portada en Los Angeles Times. Mientras que Demetz, que contó con la colaboración del propio Toback, explicó detalladamente las estrategias del seductor para atraer a 13 “conquistas”, Whipp describe con pelos y señales las horrendas situaciones que atravesaron 38 mujeres que fueron acosadas por él una vez que cayeron en sus redes.
Publicado cuando siguen saliendo a la luz detalles de la violenta caída de Weinstein, las acusaciones contra Toback sirven para reafirmar la exigencia de muchas celebridades para que Hollywood imponga una política de tolerancia cero contra el acoso sexual.
A diferencia del caso Weinstein, la mayoría de las mujeres que han denunciado al director son desconocidas que en algún momento soñaron con una carrera en el cine y quedaron tan traumatizadas por el encuentro con Toback que optaron por buscar otro futuro. Adrienne LaValley, que siguió actuando aunque sólo ha conseguido hasta ahora unos pocos papeles de reparto, recordó un encuentro en una habitación de hotel, en el que durante una supuesta audición el director frotó su pubis contra su pierna hasta eyacular en sus pantalones.
Otra de las mujeres que ofrecen su testimonio en las páginas del Times es Louise Post, que hoy forma parte de la banda de rock Veruca Salt. En su encuentro con James Toback en 1987, este le dijo que nada podía compararse con masturbarse mientras le miraba a los ojos. También Chantal Couisenau, quien formó parte del elenco del filme
“Vender un papel por sexo es vil”, replica el acusado, que niega los abusos; aunque eran conocidos por todos
Harvard man, que resultó un fracaso y que el acusado realizó en el 2001, relató que mientras ensayaba con él un monólogo para la película, oyó como este se masturbaba abiertamente delante del equipo técnico que les acompañaba.
Toback nunca ocultó que fuera un hombre peculiar e incluso el guion que lanzó su carrera, El jugador, que en 1975 obtuvo una nominación al Globo de Oro, estaba basa-
do en sus experiencias como adicto al juego, una debilidad que nunca logró superar.
El realizador también contó abiertamente que mientras estudiaba en la Universidad de Harvard superó un récord al ingerir la dosis más alta imaginable de LSD y permaneció drogado durante 8 días. Y relató en un libro que en sus inicios como periodista fue enviado por la revista Esquire a entrevistar al legendario jugador de fútbol americano Jim Brown y forjó con él una amistad tan sólida que le llevó a mudarse a su casa durante dos años, en los que las orgías eran parte de la vida cotidiana.
Tampoco era un secreto su amistad con Warren Beatty, con quien aseguraba compartir su pasión por las mujeres, con Robert Downey jr., que protagonizó tres de sus películas antes de convertirse en Iron Man, o con Mike Tyson, quien actuó en dos de sus filmes y fue el eje y productor del documental que Toback dirigió en el 2008.
Por ahora, el director ha rechazado todas las acusaciones en su contra, aduciendo que no conoce a ninguna de las mujeres que han contado sus historias y que si se encontró en algún momento con ellas fue como máximo durante cinco minutos. El neoyorquino de 72 años afirma además que padece diabetes y que desde hace más de dos décadas está imposibilitado por razones médicas en el terreno sexual.
En declaraciones a Variety, Toback, que ha puesto su firma a 11 películas, entre ellas El cazachicas yla aún sin estrenar The private life of a modern woman, con Sienna Miller y Alec Baldwin, ha denunciado la estrategia de intercambiar sexo por trabajo como una práctica detestable: “Es algo que sólo puede hacer alguien a quien no le interese la calidad de su trabajo. Vender un papel, ya sea por sexo, dinero, entretenimiento o depravación, no sólo es imposible para un buen director sino también moralmente vil”, dijo.