SOS para proteger el parque natural de Collserola de los visitantes incívicos
Collserola lanzó ayer un SOS ante el comportamiento incívico de visitantes que dañan enclaves de alto valor ecológico y crean situaciones de peligro en este espacio natural. El director del parque, Marià Martí, recordó ayer que los cuatro vigilantes con que cuenta Collserola son insuficientes, además de no tener competencias para imponer sanciones a las personas que no respetan las normas. Por este motivo, ayer, aprovechando el acto de presentación de la campaña Territori Vital, encaminada a sensibilizar a la población de la necesidad de proteger Collserola, Martí pidió a las diferentes administraciones más ayuda y complicidad.
Martí recordó que hasta el momento ninguno de los nueve ayuntamientos (El Papiol, Molins de Rei, Sant Feliu, Sant Just Desvern, Esplugues, Barcelona, Montcada i Reixac, Cerdanyola y Sant Cugat) con territorio dentro de las 8.000 hectáreas del parque han incorporado a sus ordenanzas sanciones a los ciclistas que circulan por senderos prohibidos. Sobre todo los fines de semana muchos penetran en zonas frágiles erosionando el terreno, perturbando la fauna y creando situaciones de peligro con los senderistas. En este sentido, Isabel Raventós, jefa del servicio de Uso Público, Divulgación y Educación Ambiental de Collserola, indicó que cada lunes tienen que atender quejas de caminantes que han sido embestidos por ciclistas.
Precisamente, además de los daños ambientales que provoca la masificación del parque (entre 3,3 y 3,5 millones de visitantes al año), cabe destacar el conflicto de intereses entre unos y otros. Personas de todas las edades y familias que sufren sobresaltos y en el peor de los casos accidentes al aparecer ciclistas a toda velocidad.
Raventós y Martí lamentaron que la educación ambiental y la pedagogía son insuficientes. El parque, añadió, necesita que los ayuntamientos colaboren en la creación de “un cuerpo de vigilantes con capacidad sancionadora, aportando policías locales para que patrullaran por el parque, sobre todo los fines de semana”.
La falta de respeto a la naturaleza es un problema que afecta a otros espacios naturales, pero en el caso de Collserola, pegado a Barcelona, se multiplica. Siete años después de la creación del parque, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) todavía no ha presentado el preceptivo plan especial.
Y mientras Collserola espera la complicidad de las administraciones, pone en marcha una campaña que entre otras medidas prevé que un equipo de cuatro personas se mueva por las zonas más frecuentadas de este enclave, durante los próximos seis fines de semana, para informar a los usuarios de la normativa vigente y promover una conducta más respetuosa.
El parque pide a los ayuntamientos la creación de un cuerpo de vigilantes con capacidad sancionadora