Un punto de conformismo
El Espanyol consigue ante la Real un sufrido empate tras un gol de Baptistão
El Espanyol sufrió anoche en Anoeta para defender un nuevo empate en un campo al que parece tener cogida la medida. Un gol de Baptistão en la primera acción ofensiva y una dura resistencia ante un rival que no despertó hasta el segundo tiempo fueron suficientes para que los blanquiazules sumasen un sufrido punto en su casillero. De haber ido a por el partido quién sabe lo que podría haber pasado.
Quique Sánchez Flores sabía que la de ayer era una buena oportunidad de competir y de volver a sumar fuera de casa y no dudó en salir con su mejor once. Un equipo prácticamente cantado y con la única novedad de Víctor Sánchez en el lateral derecho después de que Marc Navarro y Javi López se quedasen fuera de la convocatoria. A eso se sumó un movimiento de piezas que fue decisivo, ya que Baptistão cedió la banda derecha a Jurado y volvió a jugar arriba junto a Gerard.
Eusebio, por su parte, tampoco quiso presentar un once con grandes cambios pese a su cita de Europa League del jueves. Tras renunciar entonces a rotaciones significativas, ayer volvió a presentar su once habitual. Prácticamente el mismo que doblegó al Alavés en Mendizorrotza, con la única novedad de Vela por Juanmi en su línea ofensiva. Un cambio que después deshizo.
Pronto se vio que la Real sufría ese estrés de partidos y, de entrada, salió a verlas venir y careció de fluidez ante un Espanyol que no dudó en tomar la iniciativa. En plena empanada local, los visitantes aprovecharon para abrir el marcador. Jurado metió un balón franco al área para que Baptistão cabecease a las redes ante la pasividad de Zubeldia y la media salida del meta local, Rulli.
El Espanyol se hizo dueño del balón para moverlo a lo largo y ancho del verde ante la presión poco atrevida de los locales, aunque sin volver a amenazar el área rival en todo ese primer tiempo. Salvo un disparo desviado de Baptistão desde su propio campo en el minuto 32 al ver adelantado al meta realista, el gol fue el único balón que remató el Espanyol en esos primeros 45 minutos. La Real, por su parte, no dispuso de su primera ocasión hasta el minuto 28, cuando Aarón sacó con la cabeza desde el área pequeña un remate de Vela tras una gran acción de Oyarzabal por la banda izquierda que acabó en un pase de la muerte. Antes del descanso, sin embargo, Pau López tuvo que salvar el empate despejando a córner un gran disparo exterior de Oyarzabal a su escuadra derecha.
Tras la reanudación y tras regalar buena parte del primer tiempo, la Real salió definitivamente a por todas y tuvo su primera ocasión en el 51, cuando Willian José entró finalmente en juego y ensayó un disparo exterior raso y centrado al que Pau estuvo atento. En la siguiente acción de ataque local, Oyarzabal se lo comió y se lo guisó dentro del área para sacar un disparo raso y cruzado que acabó en córner. Y en el 63 fue Kevin quien puso a prueba a Pau con otro disparo lejano, pero el meta españolista estuvo muy seguro bajo palos.
Los txuriurdin iban por fin en serio y consiguieron encerrar en su campo a un Espanyol conformista que se afanó en achicar balones, aunque para ello se cargó de amarillas. Januzaj, el recurso que buscó Eusebio en el banquillo, y Oyarzabal desde las bandas se convirtieron en los mejores de su equipo y en una pesadilla para la resistencia perica. Y tanto fue el cántaro a la fuente que al final se acabó rompiendo. Lo rompieron el propio Januzaj e Illarramendi. El belga se fue de Víctor Sánchez y David López, dos de los apercibidos, para sacar un centro franco que el ex del Madrid remató a placer para servir la igualada en el 69.
La Real fue a buscar la remontada, aunque el Espanyol supo defender un empate que tuvo que acabar dando por bueno.
LA VENTAJA
El equipo blanquiazul aprovechó la salida de una Real Sociedad desubicada y sin tensión
LA IGUALADA
Oyarzabal y Januzaj fueron los mejores de su equipo y acabaron con la resistencia españolista