Colau rechaza por ahora la ruptura del acuerdo con los socialistas
La alcaldesa reclama un frente común contra la intervención de la autonomía
El pacto de BComú y PSC resiste, al menos por ahora. El ofrecimiento de PDECat y ERC a Ada Colau para alcanzar un “acuerdo de país” fue rechazado ayer por BComú, que calificó la oferta de “una irresponsabilidad hacia la ciudad”. En todo caso, la situación queda a expensas de lo que hagan los socialistas en el Senado cuando se debata la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya. Una vez llegados a ese punto, ya se verá, pero la balanza parte claramente inclinada hacia la continuidad del pacto con los socialistas.
“Lo que necesita la ciudad y el país es menos frentismo y más frentes amplios”, respondió la teniente de alcalde Laia Ortiz a la propuesta lanzada por Xavier Trias y Alfred Bosch a través de un artículo publicado ayer en La Vanguardia en el que los líderes de estos dos partidos garantizaban la gobernabilidad si Colau decide romper con el PSC. Ortiz emplazó a PDECat y ERC a “trabajar por el diálogo hasta el último momento para evitar que el 155 se aplique”. El partido de la alcaldesa aboga por ganar adhesiones contra la intervención de las instituciones catalanas en lugar de decantarse por una división que alinearía a Colau con los independentistas, con las mismas fuerzas políticas que llevan meses complicándole la aprobación de proyectos municipales desde la oposición y que ahora expresan una propuesta únicamente en clave nacional.
La coordinadora de BComú se reunió ayer por la tarde de manera extraordinaria para iniciar una reflexión sobre la situación sin la intención de tomar ninguna decisión en caliente y concluyeron que “la prioridad es llevar a cabo políticas municipales transformadoras en la ciudad por encima de todo”. Asistieron Colau, los tenientes de alcalde Gerardo Pisarello, Laia Ortiz y Jaume Asens, así como concejales y
UN FRENTE COMÚN...
Los comunes instan a sellar un amplio pacto contra la aplicación del artículo 155
...CONTRA EL FRENTISMO
El gobierno municipal quiere “trabajar por el diálogo hasta el último momento”
miembros de la ejecutiva del partido. Los comunes son conscientes de que pese a las diferencias ideológicas que mantienen en algunos aspectos, el año y medio que llevan compartiendo gobierno ha servido para hacer más llevadera la tarea a los concejales de BComú y tender puentes de entendimiento con actores económicos y culturales.
La valoración sobre la propuesta del PDECat y ERC, que en un primer momento fue más tibia, por la tarde endureció el tono. “Es una irresponsabilidad hacia la ciudad”, expresó el partido a través de un comunicado. Pese a ello, si el núcleo duro de BComú acabase optando por romper el pacto con el PSC, la decisión debería someterse a una consulta interna entre las bases del partido, el mismo método que validó la entrada de los socialistas en el gobierno hace un año y medio. El documento firmado por ambos partidos en aquel momento fijaba líneas de actuación en materia local y dejaba de lado los posicionamientos políticos en clave catalana. De hecho, han sido reiteradas las mociones debatidas en el plenario municipal en las que comunes y socialistas han votado de manera diferente sin que eso tenga ningún efecto en la acción municipal.
“Queremos un debate sereno en los espacios de decisión del partido, requiere lucidez, así que no se agotará en un día ni en dos”, apuntó Ortiz tras reconocer que el apoyo del PSC al artículo 155 sería “un grave error” y advertir de las consecuencias que podría tener si finalmente se acaba aplicando. La decisión final podría alargarse incluso varias semanas , siempre a expensas de los giros argumentales del proceso independentista.
En un comunicado posterior a la reunión de la coordinadora de BComú, le sugieren al teniente de alcalde Jaume Collboni que haga como otros alcaldes del PSC y manifieste de forma contundente su rechazo a la aplicación del artículo 155. El líder socialista de Barcelona lleva días marcando perfil propio, desmarcado del apoyo del PSOE al Gobierno de Mariano Rajoy, y hoy lo reitera en el artículo que acompaña esta información, en el que insiste en que “la DUI o la aplicación del 155 son la crónica de un fracaso absoluto que urge evitar”.
El PDECat dejó claro que garantizar la estabilidad a Colau no quiere decir en ningún momento entrar en el gobierno municipal. “Podemos dar estabilidad siendo oposición, si defienden la democracia y rompen con el PSC, nos tendrán a su lado”, resumió Xavier Trias. El republicano Alfred Bosch, en cambio, se mostró más dispuesto a ocupar los despachos que ahora están en manos socialistas. Con el movimiento de ayer, ERC lanza en cierta manera un ultimátum a la advertencia de la semana pasada: o BComú rompe con el PSC o se opondrán a toda medida de gobierno. Aunque estos días no se hable del tranvía ni de ordenanzas fiscales, la decisión que tome finalmente BComú incidirá en todo ello.
El pleno extraordinario previsto para el jueves por la mañana, antes de la sesión del Parlament, dejará de lado por completo la dinámica local y servirá para que cada uno muestre sus cartas por enésima vez sobre la cuestión catalana. Aunque los socialistas votaron ayer en la junta de portavoces a favor de la ce- lebración del pleno, no está clara su posición sobre la declaración institucional presentada por el PDECat y ERC. En ella se rechaza la aplicación del 155 pero también se reclama la liberación inmediata de Jordi Sànchez y de Jordi Cuixart, a los que califican de “presos políticos” y se exigen responsabilidades por la “vulneración de derechos humanos el 1 de octubre”. El alineamiento del PSC a favor del texto que votará BComú descargaría presión sobre el pacto. De lo contrario, los socialistas quedarían alineados al lado del PP y Ciutadans mientras que Colau sumaría junto a los independentistas y sus cantos de sirena.
CON LA CABEZA FRÍA
La discusión se alargará durante días y podría someterse a votación de la militancia
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