Tranquilidad antes de la campaña
El Kremlin quiere atar en corto a los responsables políticos de las provincias y no quiere que ninguno de estos problemas coincida con la próxima campaña electoral y las elecciones presidenciales de marzo del 2018. Vladímir Putin todavía no ha anunciado su candidatura a la reelección, pero nadie duda que la presentará en los próximos meses y que, con más de un 80 % de popularidad, seguirá al frente de Rusia durante otros seis años. Putin necesita paz durante la campaña, ha apuntado Andréi Kolésnikov, experto del Centro Carnegie de Moscú. El jefe del Kremlin “prepara, en un sentido muy amplio, un nuevo equipo para el 2018, formado no sólo por altos funcionarios federales, sino también por dirigentes regionales”, ha añadido. No es la primera vez que Vladímir Putin pone en marcha una rotación del equipo de gobernadores, como se llama eufemísticamente a este proceso. La última se produjo a principios de este mismo año, cuando dejaron su puesto siete líderes regionales: Perm, Buriatia, Nóvgorod, Riazán, Mari El, Udmurtia y Karelia. Pero ha habido otras, especialmente en los meses anteriores a una importante cita electoral. Aunque se aplique el nombre genérico de gobernadores, en Rusia los jefes de las administraciones regionales se llaman así sólo en el caso de las provincias y las regiones. En algunas ciudades federales, como San Petersburgo, también son gobernadores; pero en Moscú tenemos un alcalde. En el caso de las repúblicas autónomas, se les denomina presidentes. Formalmente, la mayoría de los gobernadores rusos se elige por votación directa. Pero el presidente del país tiene potestad para despedirlos por decreto y nombrar un interino hasta las próximas elecciones regionales.