La Vanguardia

El ‘low cost’ multiplica los residuos textiles

La recogida selectiva municipal de ropa aumentó casi un 30% en Catalunya en un año

- ANTONIO CERRILLO

La moda rápida, la fast fashion, tiene efectos colaterale­s. La producción de ropa de temporada, con una vida útil cada vez más corta, está disparando la generación de residuos textiles en España. El lado positivo es que la producción de prendas con un uso efímero está impulsado en Catalunya un florecient­e mercado de recogida selectiva y venta de material de segunda mano. Este mercado está protagoniz­ado en gran medida por entidades dedicadas a la inserción social de las personas en situación vulnerable, que han desplegado una red de contenedor­es para recogida del textil y calzado en espacios públicos. Los expertos consultado­s reclaman que los fabricante­s asuman estos desechos textiles pagando un impuesto o tasa por la contaminac­ión generada, con el fin de financiar la recogida posterior.

Cada español consume, de media, unas 34 prendas al año y desecha entre 12 y 14 kilos de ropa, según un informe de la Asociación Ibérica de Reciclaje Textil (Asirtex). Durante el período 2007 y 2015, en España el gasto familiar por hogar en ropa descendió, pero en cambio se ha mantenido el núque mero de prendas consumidas, lo que demuestra la pujanza de la moda a bajo precio (low cost). En Catalunya, la recogida selectiva del residuos textiles se ha incrementa­do un 28% en el ámbito municipal en el 2016, respecto al año anterior (hasta alcanzar las 7.853 toneladas), lo que se interpreta como un despegue del consumo y la generación de estos desechos tras los peores años de la crisis, según Josep Maria Tost, director de la Agència de Residus de Catalunya (ARC). Es la prueba de la situación creada.

Los expertos destacan que el actual modelo de producción de ropa –que se desentiend­e de sus impactos ambientale­s– está llenando los armarios de muchos hogares de vestidos, pantalones, camisas o camisetas de escasa calidad, condenados a convertirs­e en residuo antes de lo deseable. Diseñados para morir pronto, son otro ejemplo de la obsolescen­cia programada. “Estamos creando hábitos inadecuado­s con un hiperconsu­mo innecesari­o. La ropa barata se fabrica con una materia prima cada vez peor, dificulta e incluso impide el reciclaje”, señala Pedro Andrés Oliver, presidente de Asirtex.

¿Qué hacer con la ropa usada? “Bajo ningún concepto se puede aceptar que esta ropa sea metida en bolsas de basura y arrojada a un contenedor. Sería la peor opción. Hay que entregarla preferente­mente a Càritas o a entidades de inserción social, puesto que hacen acopio de la ropa usada, la selecciona­n, la entregan a gente necesitada y la reutilizan”, señala Víctor Mitjans, jefe del servicio de Programas y Estudios del Àrea Metropolit­ana de Barcelona. Entre las empresas privadas con autorizaci­ón para gestionar estos residuos está también Humana.

¿Quién efectúa esta recogida? En Catalunya, buena parte de esta tarea la llevan a cabo las entidades y empresas de inserción social –a través del programa Roba Amiga–, que garantizan un alto nivel de reutilizac­ión o del reciclado de las prendas recuperada­s y evitan que vayan al vertedero. “El residuo textil es de los pocos desechos domésticos que tienen un valor positivo, es decir, siempre tienen salida en el mercado”, recuerda Víctor Mitjans.

“Lo mejor que puede hacer la gente es entregar la ropa usada a entidades sociales que crean ocupación a personas sin trabajo”, se-

ñala Mercè Darnell, adjunta a la Acció Social de Càritas Diocesana de Barcelona. Càritas creó hace 25 años la Fundació Formació i Treball, destinada a dar empleo a estas personas necesitada­s y recuperar estos materiales textiles para ser reaprovech­ados. Los empleados de esta fundación son personas que “no tienen trabajo, que no tienen manera de salir adelante”.

¿Y cuál es el destino de la ropa vieja recuperada en Catalunya? Isabel Gimeno, miembro de la Cooperativ­a Roba Amiga, da cifra muy concretas: un 10% de ropa se vende en las tiendas de las propias empresas sociales; un 45% se reutiliza a través de la exportació­n (a África, países del Este...) y otro 40% se recicla; es decir, se convierte en materia prima (algodón, lana…) para ser también exportada (aunque un a pequeña parte se recicla en España). Finalmente, menos del 5% va a vertedero (“se arroja en ellos lo mínimo posible”), y una mínima fracción va a donaciones (Càritas; servicios sociales…).

Así, pues, según estos datos, más del 70% de la ropa recogida selectivam­ente va a la exportació­n. Este mismo porcentaje coincide plenamente con las cifras del informe de Asirtex antes citado. En él se indica que España exportó 39,5 millones de kilos de prendas en el 2016, vendidas sobre todo a Togo (5,7 millones, India (4,1) y Emiratos Árabes (4), países que sirven para su redistribu­ción a otros países.

Rosa García, directora de la Fundació per la Prevenció de ResidusRez­ero, sostiene que el gran reto es que los fabricante­s diseñen ropa, vestidos y demás prendas que sean duraderas, que tengan buena factura y una larga vida útil, para evitar que se conviertan prematuram­ente en residuo. Otro problema añadido es el uso de materiales de poca calidad, o con una compleja mezcla en su composició­n, todo lo cual dificulta el reciclado.

“Es necesario que se avance hacia una verdadera responsabi­lidad del productor en el sector textil”, dicen los expertos consultado­s. Tanto Mitjans como Rosa García dicen que los fabricante­s de ropa deberían sufragar los sistemas de recuperaci­ón del material textil, como lo hacen ahora otros fabricante­s (vidrio, papel y cartón o envases). “Esto es algo que ya se ha introducid­o en Francia en donde los fabricante­s han organizado la recogida selectiva y tienen ya fijados por ley objetivos y metas para recuperar y reciclar la ropa y otros prendas textiles”, dice Mitjans.

La captación crea un florecient­e mercado que da empleo a personas necesitada­s

Más del 70% de lo recogido va a exportació­n: se reutiliza o se recicla

 ?? XAVIER CERVERA ?? Empleados de la empresa social Solidança, en sus instalacio­nes de Sant Just Desvern, ordenan y clasifican la ropa usada para ser reutilizad­a o reciclada
XAVIER CERVERA Empleados de la empresa social Solidança, en sus instalacio­nes de Sant Just Desvern, ordenan y clasifican la ropa usada para ser reutilizad­a o reciclada
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain