Coutinho, y puerta
El Barça condiciona el fichaje del brasileño a que haya salidas
Lo intentó de mil maneras en verano y a pocas horas del cierre del mercado el Liverpool fijó un precio prohibitivo: 200 millones de euros. A falta de dos meses para la apertura de la ventana de invierno la dirección ejecutiva del Barcelona echa cuentas para retomar el fichaje de Philippe Coutinho. El brasileño, de 25 años, es una demanda de Ernesto Valverde; el director técnico, Robert Fernández, y el miembro del área técnica Urbano Ortega lo siguieron en directo el pasado domingo en Wembley, el jugador está por la labor y el Liverpool, inflexible en verano, empieza a ablandarse. Pero la operación está condicionada a que el club pueda desprenderse de jugadores para obtener ingresos y reducir el peso de la masa salarial en el presupuesto, y esto, tratándose del Barcelona, nunca ha resultado sencillo.
La principal palanca del fichaje es el deseo del entrenador. Valverde se mantiene en su proverbial discreción. “Si hay una incorporación me gustaría que no fuese retransmitida a través de los medios, tanto si es Coutinho como cualquier otro”, dijo el lunes. Pero el brasileño es santo de su devoción. Aunque no pueda disputar partidos de Champions con el Barça porque en la presente edición ya ha intervenido con el club de Anfield, la dirección deportiva lo cataloga como el refuerzo más apropiado para un centro del campo que permanece inalterado desde hace cuatro temporadas. Si bien la pasada temporada figuró como extremo en la mayor parte (26) de sus 36 apariciones, el Barça piensa en él como interior, una demarcación en la que destaca por su talento organizador y su reducida pérdida de balones.
Un segundo factor apunta a la conveniencia de facturar en invierno una operación que difícilmente bajará de los 100 millones: en verano puede resultar mucho más elevada porque los tentáculos del PSG, que ahora debe comportarse por la normativa del fair play financiero, están al acecho. “El mercado se ha vuelto loco y los fichajes se han encarecido muchísimo”, lamentó Òscar Grau en la asamblea general de compromisarios.
El director general dijo hace una semana que todavía no había recibido la propuesta del área técnica. “Haremos lo posible para intentar satisfacer sus necesidades –precisó–, pero hay que ajustarse. Si hay entradas tiene que haber salidas”.
Es decir, tanto como en la incorporación de Coutinho, la secretaría técnica debe trabajar en soltar lastre, preferentemente en invierno o con compromisos atados para el verano. La lista de transferibles la encabeza Arda Turan (difícil obtener un ingreso aceptable pero un ahorro importante en salario) y se enriquece con nombres como el de André Gomes o Alcácer, que pueden tener un buen mercado antes de entrar en un proceso de desvalorización por su escasa preponderancia. También son bienvenidas las ofertas por Aleix Vidal, atendiendo al buen rendimiento de Semedo y Sergi Roberto en el lateral derecho. En cualquier caso, el Barcelona está dispuesto a hacer el sacrificio por Coutinho. “Preferimos tener el dinero en el campo que en el banco”, dijo Òscar Grau a los socios.
LA COMPRA El jugador está por la labor, el Liverpool se ablanda y Valverde quiere el refuerzo
LOS TRASPASOS El club pretende compensar el esfuerzo con ingresos por jugadores como Arda, Gomes, Alcácer o Vidal