CaixaBank alerta del daño de la crisis catalana a la economía
Gonzalo Gortázar subraya que el traslado a València “no es temporal”
Si la crisis catalana se alarga en el tiempo puede tener un efecto “dañino” en la economía, porque se difieren decisiones de “consumo e inversión”. Lo afirmó ayer en València el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Cortázar, durante la presentación de los resultados trimestrales de la entidad. “La situación actual no es buena para la economía, la inestabilidad no es buena para la economía en ningún caso; estamos todavía en octubre y no es lo mismo si se prolonga muchos meses que si es una situación puntual”. Górtazar, no obstante, se mostró confiado “en la capacidad de nuestros gobernantes para solucionar los problemas y que no se prolongue en el tiempo”.
El alto ejecutivo de CaixaBank dejó claro también que el traslado de la sede social y fiscal del banco a València, donde celebró por primera vez la conferencia de presentación de resultados, “no es temporal”. “Si el consejo hubiese querido decir que el traslado era temporal lo hubiera dicho y no dijo nada al respecto”, advirtió. Durante la rueda de prensa se le preguntó si el traslado podía ser definitivo pero contestó reiterando el mensaje de que “no es temporal”.
Gonzalo Cortázar recordó que la decisión del traslado fue exclusivamente “técnica para proteger los intereses de nuestros clientes”, y en absoluto fue condicionada por una hipotética presión del Gobierno español. Se trataba, añadió, de en condiciones de seguir compitiendo en iguales condiciones, “con la cobertura del Fondo de Garantía de Depósito y el acceso al BCE”. Reconoció que a partir del referéndum del 1 de octubre “detectamos intranquilidad y nerviosismo entre nuestros clientes”. Hubo, al respecto, un “impacto necuencias gativo en los depósitos, aunque moderado”. A partir de ahí, la entidad adoptó la decisión del traslado y la red se esforzó por tranquilizar a los clientes. “En este momento no es adecuado cuantificar, pero esa retirada fue moderada, y ha sido estabilizada y revertida; ahora seguimos creciendo”, comentó.
Respecto al malestar que esta decisión de cambio de sede haya podido provocar en clientes catalanes, Gortázar razonó que “puede haber clientes que piensen de una manera y es explicable, pero la gran mayoría de los clientes han entendido la decisión que hemos tomado”.También admitió que en ese entorno de nerviosismo hubo clientes que decidieron abrir cuentas en otras autonomías, las denominadas “cuentas espejo”. “Nuestros clientes son libres de abrir cuentas y cambiar saldos, pero no hay necesidad de hacerlo, pero si alguien lo pide les ayudaremos”. “Damos las facilidades para que esestar
RESULTADOS
La entidad logró hasta septiembre un beneficio de 1.488 millones, un 53,4% más
tén tranquilos, pero no veo que sea en absoluto necesario”, añadió. Y lanzó un mensaje tranquilizador: “Yo tengo la cuenta en Barcelona y no pienso cambiarla”.
Durante la rueda de prensa fue muy crítico con la campaña al boicot lanzada por las entidades soberanistas ANC y Òmnium sobre los bancos catalanes que han trasladado su sede social. “Llamar al boicot no ayuda a la convivencia, y ha supuesto un problema para nuestros empleados; esto no hace más que hacerles la vida más difícil, y son nuestros empleados los que están dándolo todo”.
La elección de València fue también defendida y argumentada. “Es una comunidad con gran estabilidad”. Se mostró consciente de que la decisión “beneficia a esta autonomía y permite a la entidad estar más cerca de nuestros clientes. Tenemos una de las direcciones territoriales más importantes con más de 2.000 empleados. Sin duda es una muestra de apoyo y alineamiento con una comunidad tan importante como es la valenciana”.
Respecto a los resultados, CaixaBank logró hasta septiembre un beneficio de 1.488 millones de euros, el 53,4% más que el año pasado, después de cerrar un tercer trimestre en el que logró un resultado récord de 649 millones de euros. “Son unos resultados extraordinario”, valoró Gonzalo Gortázar. En el cálculo de los resultados, la entidad incorpora también los del banco portugués BPI cuya oferta pública de adquisición (opa) culminó el pasado mes de febrero. Su aportación asciende a 180 millones de euros desde el cierre de la opa y a 103 millones en el último trimestre. En este periodo, la entidad ha devuelto 210 millones a sus clientes en concepto de cláusulas suelo que figuraban en sus contratos hipotecarios.
Otro de los datos subrayados fue el de la tasa de morosidad, que se cifró en el 6,4% desde el 7,1% de hace un año, con una cobertura del 50%. Las dotaciones por insolvencias se situaron en 658 millones de euros, un 5,5 menos que en el mismo periodo del 2016. Los recursos totales de clientes del grupo ascendieron a 350.014 millones de euros, el 15,2% más, tras incorporar BPI. En cuanto a la solvencia,la ratio de solvencia queda en el 11,7%, casi tres puntos por encima de los requerimientos del supervisor. “Son los mejores resultados de la historia”, concluyó Gortázar.