El beneficio neto de las aerolíneas baja un 15%
Los ingresos por pasajero siguen estancados por el ‘low cost’
“Si usted es un pasajero, esta es una buena noticia. Si usted es un ejecutivo de una aerolínea, un inversor o un acreedor, tal vez no tanto”. El analista especializado Henry Harteveldt no podía expresarlo mejor. El sector de la aviación arrastra algún que otro problema de rentabilidad.
El beneficio neto por pasajero que obtiene la industria de la aviación asciende a 7,7 dólares: un 15% menos que hace un año. Es lo que se desprende de un estudio presentado en el simposio de la IATA, Asociación Internacional de las Líneas Aéreas, ayer en Barcelona.
La razón es que aunque los aviones estén cada vez más llenos y en esta industria el retorno sobre el capital supera a los costes, a escala global, el llamado RPK, el indicador que mide cuánto se ingresa en relación por cada pasajero y kilómetro transportado, todavía está muy por debajo de lo que llegó a alcanzar hace años. En el 2011, las aerolíneas conseguían ingresar un 25% más que ahora.
El impacto de las compañías de bajo coste ha causado una disminución del precio de los billetes, especialmente desde que, en el 2014 la cotización del barril ha ido bajando la mitad. En efecto, las aerolíneas, para no perder mercado, han trasladado el ahorro energético (que supone un 25% de la factura de estas compañías) a las tarifas, cada vez más económicas.
La IATA imputa la bajada de los beneficios también a otros factores, como el aumento de las cargas aeroportuarias. “La porción del precio del billete que se llevan los aeropuertos se ha duplicado en diez años, así como las tasas que pagan los pasajeros. Esto hace que las aerolíneas, en lugar de quedar con el 90% del precio del billete, en la actualidad como mucho se quedan con el 79%”, acusan.
Pese a todo, las perspectivas para el sector son optimistas. Andrew Matters, director de análisis de la IATA, señala que después de las incertidumbres del año anterior, en el primer semestre la demanda ha registrado el mejor dato desde el 2005. Esto se debe a factores demográficos y económicos, como el crecimiento y las mejoras en los países en vía de desarrollo. Y, en lo que se refiere al aspecto financiero, si bien la rentabilidad todavía flojea y está lejos de las glorias pasadas, el sector se está recuperando. “El negocio de las aerolíneas está mejorando desde el 2015, con un aumento de los ingresos del 7%”, señala Matters.
A largo plazo hay un elemento que juega a favor de la industria: la demanda mundial, dependiendo de los diferentes escenarios, puede llegar a duplicarse en los próximos 20 años desde los 3.300 millones hasta los 6.700 millones de pasajeros.
Esto se debe al tirón de la región Asia-Pacífico, que aportará cerca de 2.000 millones de nuevos clientes dispuestos a subirse a un avión, a raíz de la consolidación de una clase media en China. El auge de este continente se verá reflejado por el hecho de que, para el año 2036, China ya se habrá situado como el mayor mercado mundial de la aviación.
La IATA prevé que China será el mayor mercado mundial en dos décadas y que la demanda se duplicará