Ya hay burbuja inmobiliaria en el centro urbano, según Fitch
La agencia de riesgos ve insostenibles las subidas de precios
La agencia de calificación de riesgos Fitch advirtió ayer que ya son visibles “burbujas inmobiliarias localizadas” en las mejores ubicaciones de Barcelona y Madrid. La firma de rating señaló que la fuerte demanda y la limitada oferta de viviendas en las dos capitales están provocando “un aumento extremo de los precios que parece insostenible”: hasta septiembre las subidas interanuales de precios en los barrios más demandados de Barcelona (Eixample y Ciutat Vella) han alcanzado el 35% y en el centro de Madrid el 15%. Para la agencia de rating la fuerte demanda se ve impulsada por la política de bajos tipos de interés del BCE, la presencia de inversores internacionales y la subida de los alquileres, factores que no prevén que afecten al conjunto del mercado inmobiliario en el corto plazo.
Fitch señala que no anticipa ninguna burbuja generalizada de precios en el conjunto del estado, debido a que existe un elevado
stock de pisos que quedaron sin vender durante el anterior ‘boom’, que aún debe ser absorbido, y a las dificultades que aún tienen las familias para acceder a una vivienda, que lejos de disminuir están aumentando. “La evolución de los salarios se ha quedado retrasada frente al mercado inmobiliario y acceder a una vivienda sigue siendo un reto”, señaló. Así, el ingreso familiar medio ha bajado un 3,7% desde el 2012, mientras que en ese periodo los pisos han subido de media un 6,5%.
Paralelamente, señala, ha bajado la capacidad de ahorro de las familias debido en buena parte a que la temporalidad de mercado laboral hace muy difícil reunir fondos suficientes para el pago inicial del 20% necesario para la compra de una vivienda. La accesibilidad, además, empeorará cuando vuelvan a subir los tipos de interés.
Fitch asegura que la renqueante recuperación inmobiliaria tiene aún un impacto negativo en el sector bancario porque tiene que asumir grandes descuentos para vender los activos que se ha adjudicado por el impago de créditos hipotecarios: el descuento medio es de un 60% respecto a la valoración inicial de la vivienda, con extremos que van desde el 50% al 75% en las peores ubicaciones. Los bancos, al vender sus viviendas, tienen que competir con las cerca de 500.000 viviendas que hay en stock procedentes de los años del boom, y han de afrontar los descuentos que exigen los inversores por como “cojín” por las dificultades para acceder a la propiedad efectiva de las viviendas embargadas, que en general están pendientes de fijar la fecha de un desahucio.
Barcelona acumula un alza interanual de precios del 35% en los barrios más céntricos y Madrid, del 15%