Trump desafía las críticas y llama “perdedores” a los senadores rebeldes
Ofensiva de los ‘hooligans’ del trumpismo contra candidatos republicanos moderados
El Partido Republicano se ha convertido en una olla a presión con buena parte del establishment conservador enfrentado al presidente, Donald Trump, con influyentes senadores que se declaran en rebeldía. Sin embargo, Trump celebró ayer las deserciones como si soltara lastre y vino a advertir a los candidatos republicanos que la disidencia contra él lleva implícita la derrota política y la renuncia.
Efectivamente, cuando falta apenas un año para las elecciones de medio mandato, disentir del presidente en los estados donde Trump ganó las elecciones supone un elevado riesgo de cara a las primarias. Trump sigue siendo más popular entre los votantes del
Grand Old Party (GOP) que los representantes electos en sus propios estados.
Bob Corker y Jeff Flake, los dos últimos senadores disidentes, han acusado a Trump de “degradar la nación”, han interpelado a sus correligionarios para que “no traicionen nuestros valores” y les han convocado a rebelarse. “Callar cuando deberíamos hablar equivale ser cómplices –declaró Flake– y yo tengo hijos y nietos ante quienes responder”.
Pero Corker y Flake no tienen nada que perder, porque ya han anunciado que no se presentarán a la reelección. A eso se ha agarrado Trump para desacreditarles. De Corker, presidente del Comité de Relaciones Exteriores, el presidente dijo que “no sería elegido ni para recogedor de perros en Tennessee”. Ayer volvió a la carga. “La razón por la que Corker y Flake renuncian a la carrera en el Senado es muy simple: tenían cero posibilidades de ser reelegidos y ahora actúan heridos y frustrados”, dijo. Lo cierto es que el último sondeo publicado sobre las posibilidades de Flake en Arizona le otorgaba el 18% de los votos contra cualquier otro candidato republicano o demócrata. Es decir, no son buenos tiempos para la lírica.
El propio Flake hizo una referencia velada al miedo de sus correligionarios a perder el puesto: “Sin temor a las consecuencias ni a lo políticamente seguro, debemos evitar la degradación de nuestra política”. El senador por Arizona ha asegurado que habrá más deserciones, pero las circunstancias hacen prever más bien lo contrario.
En las elecciones del 2018, los
El apoyo del presidente resultará determinante en los estados donde ganó en las elecciones del 2016
republicanos sólo defenderán ocho escaños, todos menos dos en estados muy mayoritariamente conservadores, mientras que los demócratas tendrán que defender 25 escaños, diez de ellos en estados donde ganó Donald Trump en el 2016. El respaldo del presidente resultará determinante para la mayoría de candidatos.
Y por si fuera poco, los hooligans del trumpismo han pasado a la ofensiva. Steve Bannon, exjefe de estrategia de la Casa Blanca, desde el órgano ultraconservador Breitbart News, y otros agitadores se lanzado al ataque contra los candidatos republicanos que han mostrado alguna tibieza respecto a las actitudes y la agenda del presidente. “La cabellera (de Flake) es nuestra y van a caer muchos más”, declaró eufórico Bannon al Washington Post. Breitbart tituló en su portada con letras mayúsculas intermitentes: “Ganamos. Flake fuera”. Y en el texto advertía a otros posibles disidentes: “Nuestro movimiento les derrotará en primarias o les obligará a retirarse”.
Con todo, los disidentes continuarán en el Senado hasta enero del 2019 y con sólo tres que se rebelen pueden bloquear la agenda legislativa, pero el líder republicano en el Senado, Mitch McConnnell, se muestra optimista: “La reforma fiscal y la reducción de impuestos nos unirán”. aseguró.