JUEGO DE CONTRASTES
Este otoño, la mirada se intensifica con efectos metálicos y los labios se cubren con tonos mate. Este impacto contradictorio caracteriza las propuestas más destacadas.
Peter Philips, director de Creación e imagen del maquillaje de Dior, define el color de este otoño 2017 como “una historia de contrastes, de atracción entre opuestos, de alquimia de efectos contrarios”. De ahí que las propuestas exploren el choque visual de tonos opulentos y texturas densas, entre metales vibrantes y mates tenues.
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Las sombras de ojos añaden pigmentos metálicos en tonos plata, verde, platino, bronce o violeta. Su aplicación con pincel permite un acabado más intenso, mientras que si se aplica con los dedos, el producto se deposita como un velo más ligero.
Los labios se visten de tonos mate, en claro contraste con el brillo de la mirada. De todos los colores, el rojo se alza como favorito, seduciendo con el poder de su fuerza incluso a las más tímidas.
La piel aparece muy natural, vestida con sofisticadas bases de maquillaje que la perfeccionan y rejuvenecen a la vez. Y el colorete se alza como el iluminador por excelencia, redibujando con sutileza los contornos.
Esta paleta otoñal, “electrizada con el resplandor del metal”, según Philips, supone un manifiesto de belleza “para una mujer a la vez fuerte y frágil, sensual y subversiva, casi insolente, siempre sofisticada. Una personalidad elegante y de múltiples facetas que se atreve con el color y sabe jugar con los efectos para crear un estilo personal y decidido”.