JxSí y CUP acarician la ruptura mientras la oposición pide diálogo
Las fuerzas independentistas se comprometen a cumplir el “mandato” del 1-O
En un pleno marcado por la convulsa jornada de ayer y la sensación de que puede ser el último de esta legislatura y, tal vez, el incierto colofón de una intensa etapa política que empezó en el 2012, el Parlament dio el primer paso para declarar hoy de forma unilateral la independencia.
Así lo indicó en su intervención el portavoz de Junts pel Sí, Lluís Corominas, al señalar que el bloque independentista fijará este viernes “el rumbo de nuestro país ante el 155” e instará al Govern que active las leyes de ruptura. O la llamada a la desobediencia para caminar hacia “la república catalana” asumiendo el “mandato” del 1-O que hizo el portavoz de la CUP, Benet Salellas.
Uno y otro –y en parte también los portavoces de los comunes– reprocharon a Ciudadanos, PSC y PP que den apoyo en el Senado a la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Una decisión que consideran ilegal y grave. Salellas no tuvo inconveniente en resucitar el viejo fantasma del franquismo al que identificó con el espíritu excepcional del discutido artículo de la Constitución.
La oposición, ante determinación de los impulsores de la DIU instó al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont –que no tomó la palabra– a que evite un choque institucional sin precedentes. Incluso, el líder del PSC, Miquel Iceta y el dirigente del PP catalán, Xavier García Albiol, se ofrecieron a acompañarlo hoy al Senado si se puede conseguir así abrir una puerta al diálogo.
Tras el pleno, del que Puigdemont y Junqueras salieron camino de sus despachos sin apenas dirigirse la palabra, Miquel Iceta se reunió con el president unos diez minutos, poco antes, por cierto, de que, en la misma sala, el conseller Vila presentara su dimisión.
“Sería una salida digna, una salida democrática, no pierda una oportunidad fantástica de acabar con un proceso que está haciendo mucho daño a los catalanes”, afirmó la líder de Ciutadans, Inés Arrimadas, animándole a convocar elecciones. La líder de la oposición lamentó la “kafkiana” jornada de ayer hizo un balance del mandato de Puigdemont, al que acusó de evitar la gestión para centrar todos sus esfuerzos en llevar a Catalunya a las puertas de la independencia, fracturándola social, política y económicamente.
Poco esperanzada, no obstante, se mostró de que el president así lo haga. Entre otras razones porque, consideró la líder de la oposición, se ha caracterizado por rechazar “el diálogo” y forzar la aplicación del 155 para alimentar el cuanto peor mejor. Recordó así una intervención televisiva en el 2012 del diputado de ERC, Joan Tardá, en la que afirmó que “nos vendría de coña la aplicación del 155”.
Iceta comenzó su intervención felicitando a Puigdemont “por la valentía de dudar” antes de iniciar una intervención que el dirigente socialista avanzó que sería dura –repasó la inoperancia de una legislatura que consideró un “desastre absoluto” por la parálisis provocada por el proceso– pero con la que, dijo, no quería ser injusto con el president. Y de ahí ese reconocimiento a Puigdemont que de que dudara entre sus “convicciones”, y la “responsabilidad”, el bien de Catalunya lo que implicaría la celebración de unas elecciones autonómicas que puedan evitar la aplicación del artículo 155, que según Iceta, todavía es posible.
“Convoque unas elecciones en el marco de la legalidad vigente, como lo han hecho sus predecesores, tal y como hizo el anterior president (Artur Mas), aunque dijera que eran plebiscitarias”, dijo el dirigente socialista. “Usted tiene la potestad de convocar elecciones y, haciéndolo, de preservar las instituciones de autogobierno. Evitar el 155 está en sus manos”, añadió.
El líder de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell, pidió la convocatoria de unas elecciones autonómicas para “evitar la catástrofe”, que permitan preservar el autogobierno, pidiendo a Puigdemont que no haga caso a ciertos sectores del independentismo, “a los aprendices de brujo que lo están empujando hacia el abismo”. “Hay sectores que pesan mucho y piden tirar por el camino del medio pero no son toda Catalunya”, añadió Rabell, que pidió al president que no aboque a Catalunya con una DUI “al conflicto civil”. “Hay una necesidad de establecer una tregua y dar una oportunidad al diálogo pese a las dificultades”, sentenció Rabell, quien rechazó tanto la DUI como una aplicación del 155 que, avisó, laminará el autogobierno.
El presidente del PPC, Xavier García Albiol, subrayó que también hay margen para evitar entrar en la “dimensión desconocida” con la DUI y una aplicación del 155 que consideró inevitable, por la actitud de Puigdemont. Así apeló al president para que piense “en todos los catalanes y sus hijos” y no ponga “en riesgo su presente y el futuro inmediato de una generación”. “La responsabilidad recae sobre sus hombros”, señaló.