La Policía aprehende documentos de los Mossos que iban a ser quemados
La Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra protagonizaron ayer un tenso incidente que evidencia las complicadas, por no decir ya rotas, relaciones entre los dos cuerpos. A primera hora de la mañana, un grupo reducido de agentes de la comisaría general de Información de la policía catalana se desplazó hasta la planta incineradora de Sant Adrià de Besòs para quemar varias cajas de documentos. En la puerta les esperaban medio centenar de policías nacionales, de antidisturbios y de la judicial, para evitar la destrucción.
Tras los primeros minutos de desconcierto y mucha tensión, los policías exigieron a los mossos que les entregaran los documentos. Y les advirtieron de que no los podían destruir. Los mossos les explicaron que se trataba de informes de uso interno del departamento, que de todos ellos existía una copia informatizada y que sólo los entregarían si recibían una orden judicial para hacerlo.
A partir de ese momento se inició una tensa espera en la entrada de la incineradora. La Policía Nacional recurrió entonces a la Audiencia Nacional, concretamente a la titular del juzgado central número 4, Carmen Lamela, que investiga, entre otros, al mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, por un delito de sedición.
La policía comunicó a la magistrada sus sospechas de que los informes que se pretendía destruir están relacionados con la gestión policial del 1-O. La juez decidió entonces autorizar a la Policía Nacional su aprehensión para su análisis.
En cuanto llegó hasta Sant Adrià la orden judicial, la policía catalana entregó las cajas.
Los Mossos explicaron después que la comisaría general de Información, encargada de las investigaciones sobre terrorismo y que tuvo la misión de dirigir las acciones contra la celebración del referéndum, acude un par de veces al año a la incineradora para destruir informes internos. “Son documentos de trabajo. Papeles que se acumulan en los despachos y que hay que eliminar por higiene de espacio. Seguramente alguien debería haber pensado que este jueves no era el mejor día para hacerlo, pero la cita ya estaba pactada desde hacía semanas”, explicaron fuentes de la policía catalana.
Desde la incineradora de Sant Adrià confirmaron que son habituales las visitas de los Mossos para destruir documentos. Un par de veces al año, en el caso de la comisaría general de Información. Las mismas fuentes aseguraron que en esos informes no hay datos comprometedores relacionados con la gestión policial del 1-O y que todos los documentos vinculados con esa jornada ya han sido entregados tanto a la magistrada del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, Mercedes Armas, como a la juez Carmen Lamela, de la Audiencia Nacional.
El hecho de que la Policía Nacional esperara a los Mossos a las puertas de la incineradora pone en evidencia que en estos últimos días se fiscaliza, y muy de cerca, cualquier movimiento de la policía de la Generalitat.
Agentes de la comisaría de Información iban a destruir los “informes” en la incineradora