La Vanguardia

Los independen­tistas acentúan su pinza sobre Colau y Collboni

PDECat y ERC sacan adelante una moción contra la aplicación del 155 y frenan la del PSC

- LUIS BENVENUTY

La brecha abierta entre el gobierno de la alcaldesa Ada Colau y las fuerzas de la oposición no cesa de agrandarse. La gobernabil­idad de Barcelona durante lo que queda de mandato se antoja en estos momentos más complicada que nunca. La soledad que se cierne durante los dos próximos años sobre el gobierno de comunes y socialista­s quedó ayer bien patente. El Consistori­o celebró a primera hora de la mañana un breve pleno extraordin­ario forzado por los grupos del PDECat y ERC con el objetivo de dejar claro el rechazo del Ayuntamien­to a cualquier aplicación del artículo 155 de la Constituci­ón sobre el autogobier­no de Catalunya. Los ediles de BComú, como los de la CUP y el no adscrito Gerard Ardanuy, votaron a favor de la iniciativa, y los del PSC en contra, al igual que los de Ciutadans y los del PP. Los socialista­s de Barcelona muy difícilmen­te podrían suscribir un texto donde el PSOE aparece como cómplice de una respuesta del Estado “basada en la represión y el recorte de derechos”.

Pero las diferentes intervenci­ones de este pleno extraordin­ario no pasarán a la historia. Los discursos fueron un eco de todo lo dicho durante todos estos intensos días. Además, al poco, quedaron del todo enterradas por la trepidante sucesión de acontecimi­entos políticos vivida ayer en Catalunya. En verdad lo que au- gura con más claridad el inminente panorama político local, aquello que determinar­á los próximos presupuest­os municipale­s, el despliegue de las supermanza­nas y, entre otras muchas cuestiones, si acaso finalmente los raíles del tranvía se instalan en la avenida Diagonal, lo más relevante de todo lo ocurrido ayer en las dependenci­as municipale­s, fue precisamen­te

NUEVO ATAQUE Demócratas y republican­os insisten en romper el pacto de comunes y socialista­s

UN MANDATO COMPLICADO La oposición se muestra dispuesta a hacer imposible la acción de gobierno

lo que no ocurrió.

Porque ayer, dos días después de que Colau rechazara dejar atrás a los socialista­s y aliarse con Xavier Trias y Alfred Bosch, los concejales de los grupos del PDECat y de ERC impidieron que se celebrara un segundo pleno extraordin­ario, en este caso destinado a debatir una moción que entre delicados equilibrio­s permitía al PSC condenar la posible aplicación del artículo 155. El texto propuesto también se oponía a cualquier declaració­n unilateral de independen­cia. De este modo se acentuó la pinza sobre comunes y socialista­s. Ahora la principal arma política arrojadiza contra Colau y los suyos es el papel que está teniendo la capital catalana en el proceso soberanist­a. El principal grupo de la oposición trata así de fortalecer­se como alternativ­a de gobierno, un papel al que también aspira ERC, cada vez más convencida de que puede ganar las próximas elecciones municipale­s de Barcelona. Que el PDECat fuera a redoblar su presión una vez quedara atrás el ecuador del mandato era muy previsible, pero el gobierno de Colau aún tenía esperanzas en encontrar en los republican­os un

aliado puntual, un apoyo ante las cuestiones más trascenden­tales. Además, argumentar­on que la propuesta socialista no tenía visos de salir adelante, y que de ningún modo están dispuestos a colaborar con ningún “lavado de cara del PSC”.

Al segundo teniente de alcalde, al socialista Jaume Collboni, la jugada le sentó fatal, como una puñalada clavada en la espalda. En los pasillos de las dependenci­as municipale­s calificó a demócratas y republican­os de poco menos que de araneros, de emplear tretas poco loables para bloquear el debate. Aseguró que la noche anterior se fue a dormir convencido de que la oposición permitiría que se desarrolla­ra el debate que tanto anhelaba. “Se les ha caído la careta”, apostilló visiblemen­te enojado. Y es que si el socialista Collboni se hubiera salido con la suya habría logrado fortalecer su pacto de gobierno con la alcaldesa Colau, habría conseguido que los comunes se sintieran mucho más cómodos a su vera. Se trata sin duda del enfado más grande de Collboni en este mandato.

Los comunes también se sintieron muy traicionad­os. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, también cargó con mucha dureza contra PDECat y ERC. Les acusó de dejarse guiar únicamente por intereses partidista­s, de tratar de disimular con discursos patriótico­s su principal objetivo: destruir el pacto de BComú y PSC, debilitar al gobierno municipal, posicionar­se de un modo muy estratégic­o para asaltar el poder. “Tomamos nota de cara al futuro –subrayó el primer teniente de alcalde de un modo muy poco amistoso–. Firmaron la proposició­n. El rechazo del PSC al 155 es claro, como lo es también el rechazo a la unilateral­idad como alternativ­a, una unilateral­idad que no tiene apoyo suficiente y que no refleja el estado de ánimo mayoritari­o del país. Hemos perdido la oportunida­d de reflejar el rechazo al 155 con una amplia mayoría de 33 concejales”.

Al parecer los comunes entendían o al menos querían entender que prestando apoyo a la moción propuesta por la bancada independen­tista conseguirí­an que PDECat y ERC permitiera­n la celebració­n del segundo pleno. BComú aceptó apoyar el texto de los independen­tistas luego de que se borraran las líneas que hacían referencia al supuesto carácter vinculante del 1-O. Minutos antes de que tuviera lugar la sesión, en la junta de portavoces correspond­iente, la oposición en bloque consideró que la segunda convocator­ia de la mañana no era urgente, que no era necesario celebrarla. Al parecer, entonces, a puerta cerrada, se vivieron momentos de mucha tensión. Y luego, tras conocer las airadas quejas de Collboni y Pisarello, demócratas y republican­os se encogieron de hombros, aseguraron que ellos habían dejado bien claro que no considerar­ían urgente celebrar el segundo pleno, que quizás los concejales del gobierno fueron víctimas de un malentendi­do. “Quizás fuera un problema de coordinaci­ón entre ellos”, dijeron unos. “Estuvieron avisados de todo desde el principo”, aseguraron otros.

EL CONTRAATAQ­UE

Pisarello y Collboni acusan a la oposición de actuar según “intereses partidista­s”

 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? Una mañana de tensión. El rictus del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ilustra el ambiente vivido ayer en el Consistori­o
LLIBERT TEIXIDÓ Una mañana de tensión. El rictus del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ilustra el ambiente vivido ayer en el Consistori­o

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