Amor soñado en tres actos
En cuerpo y alma
Dirección: Ildikó Enyedi Intérpretes: Alexandra Borbély, Morcsányi Géza, E. Nagy Producción: Hungría, 2017. 116 min. Drama.
En un palmarés controvertido pero que al menos reconoció la indiscutible valía de la directora catalana Carla Simón y su admirable ópera prima Estiu 1993, la última edición de la Berlinale otorgaba el Oso de Oro a En cuerpo y alma , de la cineasta húngara Ildikó Enyedi. La decisión del jurado presidido por el realizador holandés Paul Verhoeven suscitó polémica, a pesar de que su directora hubiera ganado anteriormente prestigiosos galardones y llevara dieciocho años inactiva en el terreno del largometraje.
Según propia confesión de su autora, En cuerpo y alma quiso responder a la pregunta que en cierta ocasión se hizo a sí misma: “¿Qué pasaría si un día conocieras a alguien que durante la noche tiene idénticos sueños que los tuyos? ¿Estarías emocionado o asustado?” Esto es lo que les sucede a los protagonistas de la película: una inspectora y un director financiero que prestan sus servicios en la misma empresa, un matadero donde el sacrificio y la trituración posterior de animales resulta constante. Este lugar es uno de los tres escenarios donde va desarrollándose una historia radicalmente alejada de los cánones habituales; con toques surrealistas y la onírica relación entre esta rubia glacial e incapaz de comunicarse y un hombre repleto de profundas heridas interiores.
Se trataba de una apuesta dificultosa, pero Enyedi sale airosa del reto gracias a su hábil dosificación de las emociones. Cuenta para ello con dos cómplices: Alexandra Borbély y Morcsányi Géza, que aportan gran credibilidad a sus dos enrevesados personajes. En definitiva, una película ajena a los modelos comerciales hoy imperantes. / Lluís Bonet Mojica