Ganas de reír
El humor es una de las mejores y más baratas recetas para asegurar el bienestar entre miles de ciudadanos que viven con inquietud el convulso momento político actual. La risa se hace necesaria, no sólo por sus probados efectos para superar enfermedades o soportar el dolor, sino como factor comunicativo de distensión entre las personas. Los psicólogos coinciden en el valor terapéutico del humor ante situaciones que generan estrés o agobio, pero precisan que antes de recurrir a él debe pasar un “tiempo de duelo” para evitar que la risa se interprete como una frivolidad. Cuando arrecia la incertidumbre, bienvenida sea pues una carcajada. También es importante limitar el contacto con aquello que origina la angustia. Así, los especialistas aconsejan que la gente no dedique más de dos horas al día a consumir la información que genera ese asunto que tanto preocupa. Es decir, dejar tiempo para evadirse a través del entretenimiento y, sobre todo, no perder nunca las ganas de reír.