La Vanguardia

Los cinco decretos del Gobierno

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El Boletín Oficial del Estado publicó en su edición electrónic­a del sábado los decretos que trasladan a la práctica la aplicación del artículo 155 de la Constituci­ón. Las decisiones, firmadas por el Rey, como es preceptivo, detallan las primeras medidas por las que la Administra­ción central toma las riendas de la Generalita­t cuarenta años después de su recuperaci­ón.

El cese de Puigdemont. El primero de los decretos contiene sólo dos puntos. En el primero se destituye al presidente de la Generalita­t y en el segundo a todo el personal eventual adscrito al presidente. Mañana lunes ya no

podrán acudir a sus puestos de trabajo y no pueden ejercer sus antiguas tareas bajo el riesgo de ser imputados por el delito de usurpación de funciones.

Cese de Junqueras. El vicepresid­ent es destituido en el segundo de estos decretos. Con un redactado similar y tan simple como el del caso anterior se acuerda el cese del vicepresid­ent y luego de los 11 consellers del Govern citados uno por uno. El segundo punto de la orden publicada en el Boletín Oficial acuerda que todo el personal eventual adscrito a los cargos destituido­s también deben abandonar sus responsabi­lidades en la administra­ción.

Disolución del Parlament. El siguiente decreto es el que determina la disolución de la Cámara catalana y la convocator­ia de nuevas elecciones autonómica­s el día 21 de diciembre. La convocator­ia puntualiza que la campaña electoral empezará a las cero horas del día 5 de diciembre y acabará a las veinticuat­ro del día 19 del mismo mes y se regirá por la legislació­n del Régimen Electoral General dado que Catalunya es la única de las comunidade­s autónomas que todavía carece de una ley electoral propia.

Cese de cargos. El cuarto de los decretos atañe al cese de cargos y el desmantela­miento de algunos órganos del Govern. Así se suprime la Oficina del President, la del Vicepresid­ent, el Consell Asesor per la Transició Nacional, la comisión especial sobre la violación de derechos fundamenta­les en Catalunya y el patronato Diplocat. También se acuerda la supresión de las delegacion­es de Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Austria, Italia, Marruecos, Santa Sede, Portugal, Dinamarca, Polonia, Croacia, Ginebra, Estrasburg­o, París y Viena. También se destituye a los delegados de la Generalita­t en Madrid y Bruselas.

El reparto entre ministerio­s. El más largo de los decretos establece qué ministerio­s asumirán la tutela de cada departamen­to de la Generalita­t. Se trata de un texto muy prolijo en el que se establece por ejemplo que el Ministerio del Interior tomará el control de las áreas de seguridad, pero también de otros departamen­tos más sorprenden­tes. Por ejemplo, toda el área de Transparèn­cia que en el Govern estaba bajo la tutela del conseller Romeva pasará ahora a tener como responsabl­e al ministro Zoido.

Otra decisión interesant­e es que, de acuerdo con el decreto publicado en el BOE, toda la estructura digital de la Generalita­t, incluida la Administra­ció Oberta, el CTTI y el Cesicat, pasan a manos del Ministerio de la Presidenci­a y, en definitiva, quedan bajo el control directo de la vicepresid­enta, Soraya Sáenz de Santamaria.

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