21 de diciembre, elecciones
Rajoy ha dado un giro a los acontecimientos previsibles con una medida especialmente acertada. Ha convocado elecciones catalanas para el 21 de diciembre. El Parlament queda disuelto y la campaña electoral ha empezado ya. La acogida de la decisión del presidente del Gobierno, en modo de máximo responsable temporal de la Generalitat, fue ampliamente aplaudida. Quebrar el tiempo muerto entre el cese de Puigdemont, Junqueras y todos los demás consellers era estratégicamente necesario. El presidente del Gobierno ha leído bien la situación y quiere devolver la voz a los catalanes y cerrar el paréntesis de excepcionalidad propiciado por la sedicente declaración de independencia. Buena decisión. Y sobre todo rápida. El Gobierno ha de comportarse como un blanco móvil.