La activista más rápida del Himalaya
La corredora de montaña Mira Rai reivindica más ayuda para Nepal; miles de familias siguen sin casa tras el terremoto del 2015
Tres años viajando por Francia, Australia, Italia, Hong Kong, Noruega, Escocia ... para participar en ultramaratones de montaña han curtido a Mira Rai, la corredora nepalí que empezó a forjarse durante su adolescencia, cuando se sumó a la guerrilla maoísta. Las victorias de Rai han hecho que el trail running asome en uno de los países más pobres del mundo, donde el deporte rey es el alpinismo. También se ha convertido en fuente de inspiración de mujeres y hombres necesitados de símbolos cercanos.
Bhim Gurung, en las filas del ejército nepalí, es uno de los que han seguido sus pasos. Ambos coincidieron el pasado septiembre en la Ultra Pirineu, en el Cadí-Moixeró. Allí, Bhim quedó tercero en el maratón que ganó Kilian Jornet y Mira, tras una larga lesión en una rodilla, finalizó octava en el Kilómetro Vertical. En el 2015, en su primer viaje a Catalunya, Mira apenas balbuceaba unas palabras en inglés. Ahora es ella la que ejerce de traductora de su colega; la que toma la iniciativa, la que reivindica más ayuda internacional para Nepal, todavía muy lejos de recuperarse del terremoto del 2015 que segó 9.000 vidas; la que organiza una carrera en su remoto pueblo, Sano Duma; la que entrena a otras chicas en Katmandú para que logren la independencia con este deporte...
“No puedo cambiar el mundo, pero sí poner mi grano de arena. Yo soy muy afortunada y quiero apoyar a jóvenes nepalíes que empiezan a correr”, cuenta en un hotel de la localidad de Bagà. Dice que casi todo se lo debe a Richard Bull, un inglés que pasa largas temporadas en Nepal y que descubrió su potencial en el 2014, cuando sin experiencia en este tipo de carreras Mira ganó una de 50 kilómetros, en el valle de Katmandú, la primera en la que participaba. “Fui la más rápida, ningún hombre llegó antes que yo”, subraya siempre sonriente.
La historia de Mira, plasmada en una película que ha ganado varios premios en festivales de cine de montaña (Vancouver, Nueva Zelanda...), empieza en Sano Duma, donde nació hace unos 27 años. Mira, que también es el título del filme, no puede concretar con exactitud su edad, 27, 28, quizás 29... La mayor de cinco hermanos de niña ayudaba en el campo a sus padres y emprendía largas caminatas cargando sacos de arroz. Cuando un día llegaron a su pueblo un grupo de rebeldes maoístas no lo dudó y se unió a ellos. Vio que era la única manera de tener alguna oportunidad de salir de la pobreza. Calcula que entonces debería haber cumplido los 14 años y pasó los dos siguientes practicando artes marciales y defensa personal, también aprendió a construir casas y a empuñar un rifle, pero nunca entró en combate. Tras la firma del acuerdo de paz y la entrega de armas, en el 2006, dejó el campamento y uno de sus mentores la envió a Katmandú.
Una chica delgaducha corría sin complejos por las polvorientas calles de la capital. A veces se cruzaba con grupos de soldados que la invitaban a entrenar con ellos y demostró ser la más rápida de todos en su primera carrera. Así empezó todo.
La película Mira le ha dado un plus de notoriedad, aunque ella destila humildad y se entusiasma destacando las virtudes de su colega Bhim y de las jóvenes corredoras nepalíes que la emulan. “Puedes contar con los dedos de una mano los deportistas nepalíes con reconocimiento internacional, ella es una de ellos”, apunta Richard Bull. Cuando está en Nepal colabora con el equipo de corredores que ha montado este inglés.
En un país en el que los referentes femeninos de éxito no abundan , el ejemplo de Mira empuja a las jóvenes a soñar con romper su destino ... Otro referente que ha tenido que derribar barreras, incluso un marido europeo maltratador, es Lhakpa Sherpa, la mujer que más veces ha subido el Everest, ocho.
Este 2017 no ha sido fácil para Mira a causa de la lesión en una rodilla. Por eso en septiembre saboreó especialmente su victoria en la Salomon Glen Coe, un ultramaratón en Escocia de 120 km y 4.000 metros de cuestas. Pone tanta pasión hablando de sus carreras como de las necesidades de Nepal. Entonces aflora la Mira activista. “Bhim es una de las miles de personas que perdió su casa por el terremoto... En Nepal no tenemos ingresos, los pueblos están abandonados... Quiero ayudar a los nepalíes”.
Mira es fuente de inspiración en un país en el que no abundan los referentes femeninos de éxito