Bienvenido regreso
IT’S A CRUSH ROCK/ BCORE
Cuando aparecieron en el firmamento musical local, en el tránsito del siglo XX al XXI, The Unfinished Sympathy, ya quedó patente que habían llegado para quedarse o, como mínimo, para dejar impronta duradera. Portadores de una incuestionable savia refrescante y desprejuiciada, el colectivo de Eric Fuentes, Joan Colomo, Oriol Casanovas y compañía agitó la escena rockera con energía, hiperproductividad ideas claras, obteniendo indiscutibles réditos en forma de obras remarcables (el memorable An investment in logistics) y su paso por escenarios de peso que aún permanece en la memoria.
Tras su desaparición a principios del actual decenio, la esencia de su música fue extendiéndose por efecto simpatía y porque sus miembros integrantes no se han quedado inmóviles precisamente a nivel profesional. Ahora culmina un proceso que de forma paulatina se había iniciado en los últimos tiempos y que se ha concretado con la incorporación del estupendo Víctor García a la batería y con la publicación de once canciones de diferente factura, pero todas ellas con insobornables denominadores comunes: siguen mandando el aire fresco, el tempo rítmico agitado y las melodías simples, reconocibles y casi siempre redondas. En el que supone el sexto álbum del cuarteto barcelonés, se puede intuir la continuidad espiritual del pop que empapaba su anterior obra, Avida dollars. aparecido en el 2009, tanto en los inconfundibles riffs (Christen me), en la voz de Fuentes y, claro, en la manera de entender el rock como algo de lo que disfrutar.