La Vanguardia

El futuro es inglés

España, que ganaba 0-2, se vuelve a quedar a las puertas y acaba atropellad­a

- CARLES RUIPÉREZ Barcelona

España ganaba 0-2 a Inglaterra en el minuto 40 de la primera parte de la final. Pero ni así pudo quebrar el maleficio que le persigue en el Mundial sub-17, el único trofeo que nunca ha levantado. Tres veces había perdido esa final y cuando Sergio Gómez marcó el segundo parecía que sí, que por fin iban a poder vengar y pasar página de aquellas derrotas en 1991, 2003 y 2007. Entonces se había quedado a un gol o a un penalti de la tanda de ser campeón, pero nunca había podido marcar. Por eso cuando el equipo de Santi Denia se puso con una ventaja de dos goles el trono estaba cerca. Pero los Abel Ruiz, Sergio Gómez, Ferran Torres y Gelabert se quedaron también a las puertas, con la miel en los labios. Como López Vallejo, Dani García Lara, Sandro o Gerardo García León en los noventa. Como Cesc Fàbregas, David Silva, Adán, Pallardó o Markel Bergara en su día. Y también como la generación de los De Gea, Bojan, Illarra, Nacho, Iago Falque y Camacho.

Porque en Calcuta, cuando los jóvenes de España lo tenían todo a favor acabaron siendo avasallado­s por el fútbol dinámico de Inglaterra, impulsada por el talento del citizen Foden, mejor jugador del torneo, y los goles de Brewster, pichichi con 8 dianas.

El futuro es inglés. En este momento, además del dinero de la Premier, son la mejor cantera del mundo. No es flor de un día. Actualment­e los tres leones son campeones del mundo sub-20 (en junio) y sub-17 (ayer), campeones de Europa sub-19 (julio), ganadores de los dos últimos torneos de Toulon, subcampeon­es de Europa sub-17 (mayo) y semifinali­stas del Europeo sub-21 (junio). Y segurament­e eso pesó para que los ingleses no tiraran la toalla pese al 0-2 a la media hora y sacaran fuerzas de flaqueza para remontar la final con un chaparrón de fútbol y goles.

Inglaterra nunca había ido por detrás en el marcador en los seis partidos del torneo y la verdad es que no se puso nerviosa por los dos goles de Sergio Gómez, Balón de Plata. El primero llegó tras una combinació­n entre tres futbolista­s de la cantera del Barça: Abel Ruiz abrió a la izquierda para la subida de Miranda, cuyo centro no lo pudo rematar Gelabert aunque Gómez metió la puntilla para batir a Anderson. El segundo, con un gran zurdazo, después de que Gelabert se hiciese un hueco en el área y viese un pase al segundo poste.

España marcaba y ganaba pero Inglaterra era la que jugaba y la que tenía la pelota. Por obligación del resultado y también por idiosincra­sia de sus jugadores. Pero Brewster, que venía de dos hat tricks consecutiv­os, en semifinale­s y en cuartos, no estaba acertado. Hasta que en el minuto 44 sí que cabeceó un centro de Sessegnon en el área pequeña. No se sabe qué hubiese pasado si España se hubiera ida al descanso con 0-2 pero al salir del vestuario Foden, una de las perlas de la Acedemy del City, se adueñó del duelo. Creó la jugada del empate (GibbsWhite), marcó el tercero y puso la guinda con el quinto. Sólo dejó de intervenir en el cuarto tanto inglés (Guehi) en una falta lateral mal defendida por España, que, pese a la calidad que atesora, lloró tras ser atropellad­a por la mejor cantera de la actualidad. Inglaterra ni siquiera echó de menos a Jadon Sancho, al que el Borussia Dortmund hizo regresar tras la fase de grupos.

A LA CUARTA, TAMPOCO

Tras perder cuatro finales, el Mundial sub-17 es el único trofeo que le falta a la selección

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DANISH SIDDIQUI / REUTERS El inglés Brewster, pichichi del torneo, celebra el título de su selección

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