Amnistía Internacional avisa que Maduro lleva la represión a las casas
El clima de represión en Venezuela no sólo está en la calle, sino que ha permeado dentro de los hogares. Así lo avisa un nuevo informe de Amnistía Internacional (AI), que denuncia que el Gobierno venezolano ha puesto en marcha una campaña de allanamientos ilegales de viviendas de personas sospechosas de disidencia.
Según la organización, entre abril y julio del 2014 –cuando la última oleada de manifestaciones antigubernamentales, que dejaron más de 120 muertos, era más intensa– se llevaron a cabo al menos 47 allanamientos ilegales en once estados.
Durante este tiempo, fuerzas de seguridad venezolanas y grupos civiles armados avalados por el Gobierno irrumpieron de manera arbitraria en casas de personas contrarias al régimen que habrían participado en las manifestaciones para intimidarlas y disuadirlas de seguir protestando.
“Las autoridades venezolanas han descubierto una forma nueva e inquietante de reprimir la disidencia en su afán, aparentemente interminable, de infundir miedo a la población”, dijo Erika Guevara-Rosas, directora de AI en las Américas, según el comunicado de la institución.
El informe detalla que los allanamientos se producían inmediata- mente después de las manifestaciones, cuando los cuerpos de seguridad del Estado entraban en edificios particulares y zonas residenciales, pero también “muchas horas después” y sin una orden judicial, como manda la ley venezolana. Las incursiones iban acompañadas de amenazas de muerte y violencia, tanto verbal como física, entre la que se incluye el uso de material de los antidisturbios como gas lacrimógeno.
Las fuerzas de seguridad del Gobierno venezolano al parecer derribaron puertas, rompieron ventanas y, en algunos casos, se llevaron objetos de las casas particulares. La escasez que está sufriendo el país latinoamericano provoca que mu- chas de las viviendas allanadas no hayan podido ser reparadas y que muchos vivan en casas sin puertas.
Tras haber entrado en el interior de la vivienda, las fuerzas del orden preguntaban por “los jóvenes que estaban protestando”, explica AI, que ha visitado y entrevistado a víctimas de este tipo de asaltos en cuatro estados venezolanos. “Abran, abran, que llegó el coco”, dijeron a una mujer que vive en Miranda, en el norte de Venezuela. La organización subraya que se practicaron detenciones de forma masiva.
Guevara-Rosas recuerda que este tipo de allanamientos son “absolutamente ilegales” de acuerdo al derecho internacional y la propia Constitución de Venezuela.