Así funciona el asilo político para europeos
Bélgica es uno de los pocos países de la Unión Europea que ofrecen asilo político a ciudadanos intracomunitarios, si bien solamente “en casos excepcionales”. Teóricamente, como el domingo planteó el secretario de Estado de Asilo de Bélgica, Theo Francken, Carles Puigdemont y otros políticos catalanes podrían pedir asilo político en el país. El punto de partida de la legislación belga es que “hay protección suficiente dentro de la UE y que no hay riesgo de persecución, pero no se descarta que en casos excepcionales sea necesario dar protección internacional”, explica el abogado Pierre Robert, del despacho Dayet Associés de Bruselas. Los interesados deben presentar una demanda en la Oficina de Extranjería. La legislación no prevé un caso específico para tomar una decisión, que está en manos de una autoridad independiente, el Comisariado General de Refugiados y Apátridas. Sólo en caso de que la decisión fuera negativa y los interesados presentaran un recurso, intervendría un juez federal, un magistrado especializado en este tipo de casos. No sería posible, por tanto, presentar la demanda en un juzgado cualquiera para tratar de predeterminar qué juez la examina. Cabe recordar que un juzgado de Gante accedió hace cuatro años al recurso presentado por la etarra Natividad Jauregui, miembro del comando Vizcaya, buscada por su implicación en varios asesinatos, al entender que había dudas sobre si sus derechos fundamentales iban a ser respetados en España, por lo que denegó su extradición. Las demandas de asilo político por parte de ciudadanos comunitarios son escasas en Bélgica, explica Robert. El año pasado se presentaron alrededor de 40 y todas fueron rechazadas. En el pasado se han admitido algunas, por ejemplo en casos de eslovacos pertenecientes a la minoría gitana.