Golpe a los camellos a domicilio del Raval
Los Mossos y la Guardia Urbana detienen a tres personas, decomisan dos armas de fuego y cierran dos narcopisos en el barrio del Raval
Muchos vecinos de la calle Riereta denunciaban desde hacía meses que el local del número 5 era uno de los narcopisos más activos del Raval. El trasiego de drogadictos muy degradados era continúo. La presión vecinal llevó a los narcos a ingeniar innovadores sistema de reparto. Los traficantes apostaron por una distribución menos llamativa mediante mensajeros que transportaban las dosis en bicicleta a toxicómanos. Así no se acercaban al local, no inquietaban al vecindario. Los narcos también disponían de captadores que buscaban otros clientes entre turistas y gente de copas.
Los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana clausuraron ayer este narcopiso y otro ubicado en la calle Nou de la Rambla. En la operación detuvieron a tres personas. Además, dos armas de fuego fueron requisadas. Los vecinos aseguran que este narcopiso llevaba un año en funcionamiento. En el exterior, no era extraño ver a los narcos en la puerta de la finca armados con machetes. No los blandían ni los levantaban por encima de la cintura, pero los sujetaban en la mano. Los vecinos pasaban por delante mirando fijamente al suelo. Los traficantes también ofrecían a sus clientes un lugar para consumir. En varias ocasiones dejaron en la calle consumidores traspuestos a los que tuvo que atender el SEM. Toda esta actividad fue el detonante para que este verano este lado de la Rambla del Raval se sumara a las caceroladas contra los narcopisos que arrancaron en la calle d’En Roig.
La policía inició entonces una serie de seguimientos en la finca para encontrar pruebas de que en el inte- rior se vendían drogas. El golpe se produce diez días después de que cayeran los dos narcopisos del 22 de la calle d’En Roig. Esta finca es considerada el germen de la indignación vecinal ante la proliferación de los pisos de la droga en el barrio. La plaga de los narcopisos y la rapidez con la que se propagan mediante la ocupación de pisos vacíos mantiene en vilo al Raval.
El Ayuntamiento calcula que hay 67 inmuebles con riesgo de ser tomados por los narcos. La mayoría son de entidades financiares que, en muchos casos, prestan poca atención a su propiedades. Tras los desalojos los intentos de reocupación son continuos. Varios vecinos denuncian que anteanoche tres siniestros personajes estuvieron merodeando por el 22 de d’En Roig en busca de algún hueco. Pero hace pocos días vecinos de la calle y alrededores tapiaron estos pisos de forma espontánea. Acció Raval, una de las entidades ciudadanas más activas del barrio, pidió ayer al Ayuntamiento que se asegure que el 5 de Riereta queda del todo sellado. Y es que los camellos a domicilio no son los únicos traficantes de la calle. A un lado y otro se encuentran un par más. Ambos, desde hace meses, tratan de funcionar con mucha más discreción.
LUIS BENVENUTY TONI MUÑOZ Los vecinos explican que estos narcos, para llamar menos la atención, empleaban mensajeros en bicicleta