De los miedos cotidianos
El colectivo iraní formado por Ramin y Rokni Haerizadeh y Hesam Rahmanian, ganadores del premio de la Fundación Han Nefkens, exponen en el Macba
Ramin Haerizadeh, Rokni Haerizadeh y Hesam Rahmanian son tres artistas iraníes que trabajan y viven en comunidad en una casa compartida en Dubái. Un espacio fascinante, lúdico y sensual, donde los límites entre vida y arte se difuminan, y puertas y ventanas permanecen siempre abiertas a las miradas, ideas, experiencias y aportaciones de otros artistas en aras de lo que ellos denominan “prácticas post-ego”. Una muestra espléndida de esa peculiar manera de entender el hecho artístico es The maids (Las criadas), proyecto participativo que puede contemplarse en el Macba hasta el 7 de enero y que amalgama las colaboraciones del creador catalán Joan Baixas, el ingeniero robótico norteamericano John Cole y la artista establecida en Teherán Niyaz Azadikhah, que dirige talleres de costura para mujeres refugiadas en riesgo de exclusión social. Ellas son sus auténticas protagonistas.
Todo empezó hace dos años con la concesión del premio Fundación Han Nefkens-Macba, dotado con 50.000 euros y que en su segunda edición recayó en el colectivo iraní. Los hermanos Haerizadeh y su amigo de infancia Hesam Rahmanian viajaron entonces a Barcelona y aquí averiguaron el nombre del autor de Morí el merma, espectáculo teatral con marionetas inspirado en el mundo de Joan Miró que habían visto en vídeo quince años atrás en Te- herán. Se pusieron en contacto con el director de La Claca, Joan Baixas, y de aquella primera conversación surgió el tema central sobre el que giraría todo el proyecto: el miedo. “El medio ambiente, el terrorismo, los problemas financieros, las corrientes migratorias... Durante 24 horas estamos recibiendo mensajes apocalípticos que condicionan nuestra vida cotidiana. Pero el miedo es una herramienta del poder y creo que se le ha de dar la vuelta, quitarnos esa piedra tan pesada que tenemos sobre la espalda”, señala Baixas.
Los artistas preguntaron por sus miedos a mujeres afganas e iraníes, cuyas historias están escritas en las paredes del museo, mientras que ellas mismas están representadas por mechones de cabello clavados sobre la pared sobre sendas rosas. “El miedo a ser juzgada por mis palabras hace que no diga nada”, dice Afsaneh, de 40 años. A Fardina, de 16 años, le da miedo ir al baño porque una vez alguien, desde detrás, le tiró de los pelos, mientras que Roya, después de varios abortos, expresa su temor a perder la criatura de la que está embarazada, ya que es la última oportunidad de vivir con su marido... Trasladados a dibujos, las propias mujeres han bordado sus miedos en un gran títere robotizado en forma de paracaídas que en función de la gente que hay en cada momento en la sala se abre o cierra para protegerse como una flor.
Además de esta pieza central, la exposición incluye videoanimaciones sobre el fenómeno de las migraciones, y el vídeo The maids, que recoge una performance inspirada en Las criadas de Jean Genet.
Mujeres afganas e iraníes han bordado sus temores en un títere robotizado en forma de paracaídas