Jugar o no con la calculadora
El Girona ganó bien al Madrid. Hizo un partidazo en Montilivi y superó en intensidad y fútbol a los blancos. La campaña mediática del infierno que le esperaba al Real fue irreal. Madrid y Barça tuvieron el mismo trato en Girona. Los blaugrana, sin embargo, ganaron por 0-3 y los blancos cayeron por un justo 2-1. En este inicio de campeonato, el FC Barcelona aventaja a Madrid y Atlético en ocho puntos cuando sólo se han jugado diez partidos.
Zidane estuvo impecable en la previa del encuentro. “Sólo venimos a jugar un partido”, dijo calmando ánimos supuestamente encrespados. Y luego, tras la derrota, debió acogerse a que aún falta tiempo para decidir la Liga. Es cierto. Aún cambiarán muchas cosas, pero este principio tiene más que ver con la cabeza que con los pies.
Madrid y Atlético han jugado entre ellos dos finales de la Champions en los últimos cuatro años (el Real, tres, ya que ganó al Juventus en la última edición). Sus jugadores dan la sensación de que tienen ganas de que lleguen los partidos de abril en los que se van a jugar todos los títulos y que las previas de este inicio les sobran. El Madrid se vio superado por un gran Girona. El Madrid y su entorno parecían más preocupados en las horas anteriores por la afición de Girona que por el equipo. El Atlético empató en Champions ante el Qarabag en Azerbaiyán y contra el Villarreal en el flamante Wanda Metropolitano en dos partidos clave.
Los de Simeone también dan la sensación de que están esperando, en este caso, a que llegue enero y puedan contar con Vitolo y Diego Costa. Hay dos equipos, en cambio, que están actuando partido a partido: Barça y Valencia.
Los valencianos disponen ahora de una buena estructura y un gran técnico como Marcelino que los ha hecho competitivos. Tienen necesidad de demostrar en el corto plazo que están resurgiendo. El Barça de Valverde, tras caer en la Supercopa de España, ha necesitado que se les creyera en un inicio de Liga espectacular. Los dos equipos han acabado haciendo bueno el famoso comentario de Simeone y su mejor Atlético: “Partido a partido”. Han dejado de jugar con la calculadora y afrontan los encuentros con rotaciones menores e inteligentes y sin mirar más allá que el presente más rabioso.
Este es un año de Mundial, con lo que los jugadores saben que deberán guardar fuerzas para cuando llegue junio, pero unos afinan más que otros. Mientras Barça y Valencia no están dispuestos a regalar nada, la calculadora de los futbolistas de Madrid y Atlético los está descolgando, de momento, de una Liga que no ha acabado pero marca el futuro.
Madrid y Atlético parecen incómodos en las previas de los títulos, mientras Barça y Valencia van partido a partido