Pálmarsson, motivado con la sombra de Karabatic
Aron Pálmarsson, el deseado, se estrenó ayer como nuevo jugador blaugrana con un mensaje para entusiasmar: “Que me comparen con Karabatic es bueno para mí; funciono mejor cuando más presión recibo, entonces juego mejor y más me esfuerzo”, dijo el central islandés de 27 años, procedente del Veszprém, que empieza a asumir el peso de ser “un jugador importante”, un líder “que aporte muchos goles”, como le ha pedido Xavi Pascual.
Una presión añadida por tratarse del segundo fichaje más caro de la historia de la sección (1 millón de euros), después del de Rutenka (1,3 en el 2009), por llegar con el curso comenzado, como refuerzo adelantado un año (estaba previsto que desembarcase gratis en el verano del 2018) a causa de la lesión de largo alcance de Lasse Andersson, y bajo la todavía larga sombra de Niko Karabatic, cuyo socavón en el Palau nunca llenó Filip Jícha.
Pálmarsson acepta sin complejos el reto de liderar el Barça, sin escatimar su retranca islandesa. “Pones mucha presión en Niko”, soltó riendo cuando le preguntaron cómo encajaba la comparación con Karabatic, un mito en el Palau. “No, en serio, Niko es uno de los mejores del mundo, me halaga que me comparen con él y me pone una presión que me gusta”, comentó el tercer islandés que juega en el Barça, “un sueño –confesó– desde que tenía 15 años, y que ahora es una realidad”.
Precisamente su predecesor islandés, Gudjon Sigurdsson (201416), fue quien más le habló del Barça desde que el club blaugrana se inte- resó por él en junio. “Me dijo: ‘Ves al Barça, no importa cuántos clubs tengas detrás. No te arrepentirás’. No hacía falta que me lo dijese porque para mí era un sueño jugar aquí, en el mejor club del mundo”, confe- só Pálmarsson, que lucirá el dorsal 34. Su estreno será probablemente el sábado ante el Zagreb en la Champions, en el Palau (18h). Antes, mañana, el Barça juega en Cangas en la Liga, pero Aron sólo se habrá entrenado dos días. “Físicamente estoy genial, sólo tengo que aprender nociones tácticas, eso requiere tiempo... pero aprendo rápido”, dijo el central, que ha estado sin jugar estos tres meses, ya que se declaró en rebeldía en el Veszprém.
Un caso curioso. El islandés, que ficha por 4 años, hasta el 2021, estuvo a punto de ser sancionado por la Federación húngara al ser denunciado por el Veszprém por negarse a entrenar. El castigo se paralizó al acelerarse las negociaciones con el Barça, con la intercesión de la Federación islandesa, y con el esfuerzo final del jugador, que asumió una parte de su cláusula (se estima que un 30%) para poder fichar por el club soñado. “Ha sido duro, pero lo que no te mata te hace más fuerte”.
TONI LÓPEZ JORDÀ