La bolsa sube un 2,4% y recupera lo perdido en los últimos dos meses
El Ibex destaca gracias a los bancos en un día anodino en los parquets europeos
La bolsa recuperó ayer los niveles de mediados de agosto después de registrar una fuerte subida del 2,4% en la primera jornada de negociación posterior a todos los acontecimientos de los últimos días que se han ido conociendo desde el cierre del pasado viernes: la destitución del Govern, la disolución del Parlament, la convocatoria de elecciones para el próximo 21 de diciembre y, ya ayer, el anuncio de los partidos soberanistas de que concurrirán a los comicios. No es que no haya todavía dudas o riesgos políticos, pero sí que se ha ganado una cierta visibilidad y eso implica certidumbre, imprescindible para mover el dinero.
Los inversores celebraron la no concreción –ya se verá si temporal o definitivamente– del escenario más asociado al caos y eso lo agradecieron todos, pero especialmente los valores más castigados en los últimos tiempos. Las empresas cotizadas que más subieron fueron tres firmas catalanas –lo siguen siendo, aunque su sede ya no esté en Barcelona–, que tiraron del resto: Banc Sabadell (+5,7%), Colonial (+4,5%) y CaixaBank (+4,2%). Todo el Ibex cerró en positivo, excepto Indra.
La evolución del Ibex de ayer contrasta claramente con el comportamiento de las principales bolsas europeas, que cerraron prácticamente planas. Londres perdió un 0,2%, París acabó en tablas y Frankfurt sumó un miserable 0,1%. El peso de los siete valores españoles en el Eurostoxx llevó a este índice a anotarse un 0,3% en el día.
En los mercados apuestan por una cierta tranquilidad en los próximos meses. La prima de riesgo de España –que mide el di- ferencial de rentabilidad de los bonos españoles frente a los alemanes– cayó con fuerza desde los 121 puntos del viernes hasta los 112 puntos de ayer. El rendimiento del bono español a diez años volvió a cerrar por debajo del 1,5%.
Con el mar en calma, el Tesoro volverá a pedir dinero a los inversores esta semana. El jueves se celebrará una nueva subasta en la que espera captar hasta 5.250 millones de euros en diversas emisiones a largo plazo. En concreto, el Tesoro prevé lograr una buena demanda para sus bonos del Estado a 5 años, obligaciones a 10 años y bonos a 10 años indexados a la inflación, así como obligaciones con vencimiento en el 2040. En todas las anteriores subastas, la demanda ha sido fuerte y las rentabilidades, en consonancia con la evolución de la prima de riesgo, se han mantenido bajas, como corresponde a un mercado aún con fuertes estímulos monetarios y a un emisor –el Reino de España– que crece con fuerza y ha despejado dudas.
Pese a todo, la reciente crisis de Estado ha servido para constatar que el riesgo político cotiza de forma relativa, sin trasladar al mercado los escenarios más extremos antes de que se materialicen. En ningún sector, ni siquiera en los más sensibles, como el financiero. Así lo cree el director de estudios financieros de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), Santiago Carbó, que aseguró ayer que la salida de de- pósitos en Catalunya ante la incertidumbre política y económica que generó la celebración del referéndum del pasado 1 de octubre nunca fueron una amenaza con capacidad de tumbar a la banca. “Las tensiones de liquidez nunca pusieron en riesgo el sistema financiero español, primero porque el importe no fue tan elevado y también porque se trató de instituciones con altos niveles de solvencia”, afirmó Carbó en declaraciones a los medios, informa Europa Press.
Además, lo ocurrido en los días más tensos ya es historia, afortunadamente para las entidades más afectadas y para el conjunto del sistema. Según Carbó, la salida de depósitos “ya se ha estabilizado”, aunque también hay que tener en cuenta –dice el economista de Funcas– que, tras una profunda reestructuración, el sistema bancario es “mucho más solvente” que cinco años atrás. Los beneficios trimestrales recién presentados lo corroboran.