Ocho muertos en un atropello terrorista en un carril bici de Nueva York
El atacante, que salió de la furgoneta gritando “Alá es el más grande”, fue detenido tras chocar contra un bus escolar y exhibir armas falsas
El fantasma del terrorismo islamista alcanzó a Manhattan en la fiesta de Halloween cuando un individuo arrolló con una furgoneta a los transeúntes que circulaban por un carril bici cerca de la zona
cero. Ocho personas murieron y decenas resultaron heridas en este viaje mortal, que concluyó cuando el atacante estrelló su vehículo contra un bus escolar y fue abatido por la policía.
La fiesta de Halloween, la conmemoración de Todos los Santos, se convirtió en un baño de sangre. Como en Londres, Niza, Berlín o Barcelona, Nueva York vivió ayer un atentado terrorista con atropello. El conductor, que resultó herido de bala, gritó “Ala es grande”. Dejó al menos ocho muertos y una quincena de heridos.
Sucedió en el bajo Manhattan, a tiro de piedra del reconstruido World Trade Center, que se convirtió en la zona cero tras el trágico ataque del 11-S del 2001.
“Por la información de que disponemos en este momento, esto ha sido un acto de terror y, particularmente, un cobarde ataque terrorista dirigido a matar ciudadanos inocentes”, afirmó el alcalde, Bill de Blasio.
El presunto autor, que se hallaba ingresado en el Bellevue Hospital, se llama Sayfullo Saipov, un inmigrante uzbeco que llegó a Estados Unidos en el 2010 y que disponía de permiso de residencia.
En su carnet de conducir figura como residente en Tampa (Florida). Pero todo apunta que se había mudado, ya que se le ubica por Nueva York y Nueva Jersey. En este estado es donde alquiló la furgoneta con la que, pasadas las tres de la tarde, embistió por el carril bici de West Street, unas ocho manzanas, hasta que se empotró contra un autobús escolar en la confluencia de la calle Chambers. Arremetió contra este bus, en el que se encontraban dos niños y dos adultos, con la intención de causar más daños.
Entonces escapó de la furgoneta, al lado de dos colegios. En ese momento gritó en árabe: “Alá es el más grande”. Iba con dos grandes pistolas a la vista, en medio de la calzada, entre coches, una escena que aterrorizó a los testigos. “Va armado, va armado”, se oyó el grito de una transeúnte. Una de las armas era de perdigones y la otra de paintball. Un policía le abatió. Otro testigo oyó cinco o seis tiros. El autor quedó tendido en el asfalto.
“Creemos que se trata de un lobo solitario, no pensamos que exista un complot mayor”, señaló Andrew Cuomo, gobernador del estado de Nueva York. Cuomo advirtió que se había decretado un incremento del despliegue policial, “pero no porque tengamos el temor que haya más amenaza, sino por prevención, no debe haber más ansiedad entre la gente”.
El presidente Donald Trump fue informado de inmediato. Al cabo de un rato hizo un tuit. “Parece que en Nueva York ha habido un ataque por una persona enferma y trastornada, las fuerzas de seguridad están siguiendo el caso de cerca. ¡No en EE.UU.!”, sostuvo el presidente.
Una bicicletas tiradas, destroza- das, quedaron como testimonio del horror. Otros vieron una escena mucho más aterradora. “He oído a una persona gritar en el carril bici y he pensado que se había caído”, señaló otro testigo. “Luego he visto a una persona en el suelo y otras que me decían que llamara a urgencias”, añadió.
En el recorrido, este presunto terrorista al estilo del Estado Islámico dejó seis muertos. Otras dos víctimas fallecieron en el hospital.
“No van a poder con nuestro espíritu, a los neoyorquinos ya nos pusieron a prueba y nada nos echará atrás”, sostuvo De Blasio.
En el West Village se mantuvo la cabalgata de Halloween. Los ciudadanos salieron a la calle desafiando al miedo.
EN EL HOSPITAL Detenido el autor del ataque, un inmigrante uzbeco que salió del coche con dos pistolas
PALABRA DE ALCALDE
“A los neoyorquinos ya nos pusieron a prueba y nada nos echará atrás”, dice De Blasio