El enigma del ‘rey de la seda’
En Tailandia, el nombre de Jim Thompson se asocia a uno de los misterios más perdurables y fascinantes del Sudeste Asiático. Y no hay para menos. Este magnate glamuroso y mujeriego, antiguo espía de los servicios secretos estadounidenses y conocido como el rey de la seda, desapareció durante un paseo por la jungla un día de marzo de 1967 y nunca más se supo nada de él. Con el paso del tiempo su leyenda creció y los rumores sobre su suerte también. Un enigma que ha convertido su casa museo de Bangkok en un lugar de peregrinaje, visitado por decenas de miles de turistas todos los años, y las tiendas de productos textiles de lujo con su nombre en una máquina de hacer dinero.
El último esfuerzo por despejar la incógnita de lo que pasó se recoge en un documental titulado Who killed Jim Thompson? (¿Quién mató a Jim Thompson?), que se estrenó el pasado 20 de octubre en el Festival Internacional de Cine de Eugene en el estado de Oregón y que plantea que el rey de la seda fue asesinado.
En la película, sus autores señalan que este personaje, que trabajó en la Segunda Guerra Mundial para la Oficina de Servicios Estratégicos –el embrión de la CIA– (OSS, en sus siglas en inglés), fue asesinado por los comunistas malasios durante una misión secreta. Una revelación que pondría fin a todos los rumores que durante años han alimentado la leyenda sobre la desaparición de este magnate amigo de las grandes estrellas de Hollywood como Katharine Hepburn, Elizabeth Taylor o Grace Kelly. Ni sufrió un accidente, ni fue atacado por un tigre, ni sufrió ningún ataque de vesícula, como se especuló.
Al parecer el día de su desaparición, el 26 de marzo de 1967, Jim Thompson, de 61 años, no salió a dar un simple paseo por la jungla malasia de Cameron Highlands. Pretendía entrevistarse con el secretario general del Partido Comunista de Malasia, por aquellos tiempos el hombre más buscado de su país, pero los rebeldes sospecharon que era un espía y lo asesinaron.
“Espero que con esto se ponga fin a toda la historia”, dijo Barry Broman, el productor de la película, quien precisó que asumió esta versión tras escuchar a dos personas distintas que no se conocían pero que coincidieron en la narración de los hechos. “Mi conclusión es inequívoca: Jim nunca sería encontrado. Fue asesinado”, dijo Broman, que tiene décadas de experiencia en Asia, como fotógrafo, marine y diplomático.
Sus conclusiones sobre la suerte de este empresario que impulsó la industria de la seda en Tailandia son las más verosímiles, pero hay quien las cuestiona. Consideran que se basan en informaciones de segunda mano de familiares de personas presuntamente involucradas en la muerte del que fue considerado el personaje estadounidense más famoso del Sudeste Asiático durante los primeros años de la guerra fría.
La realidad, sin embargo, es que Jim Thompson vivió peligrosamente, debido a sus trabajos de espionaje. Fue un agente altamente condecorado por la OSS por sus servicios en la Segunda Guerra Mundial y después estuvo destinado en Tailandia, un país que luego eligió para vivir. Allí se convirtió en empresario y fundó en 1948 la empresa de seda que lleva su nombre.
Desde entonces, la firma Jim Thompson se ha convertido en sinónimo de lujo en Tailandia, factura más de 100 millones de dólares y emplea a más de 2.400 personas. Y su antigua casa en Bangkok, que había acogido en su momento fiestas legendarias con estrellas de Hollywood y la élite de todo el Sudeste Asiático, ahora es un museo de arte asiático y antigüedades.
Medio siglo después de su desaparición, todas las conjeturas apuntan a que Thompson murió asesinado. No obstante, la falta de pruebas y la fascinación que despierta un personaje que fue rico y famoso, espía y empresario, vividor y orientalista, seguirán alimentando la leyenda del rey de la seda.
A los 50 años de su desaparición, un filme apunta
a que el magnate y espía Jim Thompson murió asesinado
El empresario pudo morir a manos de los rebeldes comunistas en la jungla malasia